Polonia ha aumentado la seguridad en las fronteras en previsión de que los mercenarios rusos de Wagner se trasladen a Bielorrusia vecina.
La frontera entre los dos países, que una vez estuvo marcada por puestos de observación de madera, se ha transformado en los últimos años con kilómetros de vallas metálicas y cámaras de imágenes térmicas.
Ante la posibilidad de que miembros de Wagner se muden a Bielorrusia, se ha intensificado la presencia de guardias armados patrullando la frontera.
«Quizás Wagner sea un problema, pero nadie realmente sabe por qué van allí o para qué se están preparando», dijo Michal Bura de la guardia fronteriza local.