A medida que la invasión de Rusia a Ucrania se ha convertido en una guerra de desgaste sin un acuerdo de paz significativo a la vista, Estados Unidos y sus aliados han comenzado a comunicar un nuevo objetivo a largo plazo para la guerra: derrotar a Rusia de manera tan contundente en el campo de batalla que se disuada de volver a lanzar un ataque de este tipo nunca más. Ese mensaje fue transmitido de manera más clara el lunes, cuando el secretario de Defensa Lloyd Austin dijo a los reporteros después de un viaje a la ciudad capital de Ucrania, Kyiv, que «queremos ver a Rusia debilitada hasta tal punto que no pueda hacer las cosas que ha hecho al invadir Ucrania».