Durante este año se publicará una nueva convocatoria que financiará el 65% de la inversión y que incluirá la novedad de una prima para el mantenimiento de la plantación durante los primeros 5 años.
El 19 de agosto de 2023, la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de Castilla y León anunció que en el marco del Programa de Desarrollo Rural de Castilla y León 2014-2022, la Junta de Castilla y León lanzó una línea de ayudas forestales destinadas al fomento de plantaciones de especies con producciones forestales de alto valor. Estas plantaciones son cofinanciadas por el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER).
En el próximo periodo de programación de la PAC (PEPAC 2023-2027), las ayudas financiarán el 65% (en el periodo anterior fue del 40%) de los importes establecidos para las diferentes labores de plantación, incluyendo la memoria técnica, la preparación del terreno, la adquisición de plantas, la plantación en sí, la adquisición e instalación de protectores, así como los cerramientos perimetrales para protección contra el ganado o la fauna silvestre.
Hasta el momento, se han realizado 4 convocatorias, cuyos resultados se muestran en el cuadro 1 del Anexo I. En total, se han concedido 130 expedientes, con una superficie plantada total de 555 hectáreas y una superficie media por expediente de 4 hectáreas. La distribución por provincias se muestra en el cuadro 2 del Anexo I. En cuanto al perfil del propietario que ha solicitado estas ayudas, en su mayoría son propietarios particulares, como se indica en el cuadro 3 del Anexo I.
La calidad de las plantas es clave para el éxito de la plantación. Las plantas de una o dos savias deben ser equilibradas, tener raíces sin deformaciones, contar con más de 1000 ápices funcionales y estar bien endurecidas.
La trufa negra de invierno, conocida como Tuber melanosporum, es un manjar gastronómico propio de la cuenca mediterránea con un sabor intenso. Crece en suelos pobres de la península Ibérica, micorrizando las raíces de diversas especies del género Quercus, como la encina, el quejigo o la coscoja, y en menor medida, en otras especies como el avellano.
España ha superado a Francia como el principal productor mundial de esta trufa. En 2023, la producción española supera las 100 toneladas y el 80% se exporta, lo que representa el 60% de la producción mundial.
Aunque las plantaciones tienen un período de carencia de 7 a 12 años, durante los cuales la producción es muy escasa, esta se mantiene durante más de 30 años, alcanzando producciones medias variables entre 20 y 50 kg/ha. Esto hace que el cultivo de la trufa sea muy rentable en suelos bastante pobres, con pocas alternativas.
Tanto personas físicas como personas jurídicas públicas o privadas pueden ser beneficiarias de esta línea de ayuda. La concesión de la ayuda estará sujeta a la puntuación obtenida en función de los criterios de valoración que se establecerán en las bases reguladoras. El importe máximo de la ayuda por hectárea plantada puede alcanzar los 8.000 euros.