Thierry Neuville mantuvo a raya a Sébastien Ogier para liderar el Rally de Grecia EKO Acropolis el viernes por la noche, a pesar de enfrentar un problema técnico tarde en el día.
Tan solo 2.8 segundos separaron al dúo en duelo después del primer día completo de competencia en la 70ª edición de la legendaria Acrópolis. A pesar de ganar solo una de las cinco agotadoras pruebas de tierra, Neuville estuvo al frente desde el principio hasta el final.
El piloto del Hyundai i20 N superó al líder de la noche anterior, Kalle Rovanperä, al ser el más rápido en el primer tramo de Loutraki y consiguió una ventaja de 7.4 segundos sobre su rival de Toyota, Ogier, al llegar al último tramo en Elatia. Sin embargo, su arduo trabajo estuvo a punto de ser en vano ya que un problema mecánico, posiblemente relacionado con la transmisión, lo obstaculizó durante los 28.32 km.
«El diferencial trasero patinaba todo el tiempo y no podía acelerar a fondo en primera, segunda y tercera marcha», explicó Neuville. «Perdía constantemente tiempo y no podía girar el coche con el acelerador, así que sufrí mucho.
«Fue estresante, también porque era un tramo desafiante. Desde el primer kilómetro pude escuchar el ruido del diferencial trasero y me preocupaba no poder llegar al final, pero lo logramos».
Ogier, regresando a la acción por primera vez desde junio, estaba listo para arrebatarle el liderato final, pero solo pudo recuperar 5.0 segundos después de que ramas bajas de los árboles cortaran el alerón trasero de su GR Yaris. Cree que la estrategia de neumáticos será clave en la exigente etapa del sábado, que cuenta con más de 140 km de competencia.
«Sentí que me faltaba el alerón trasero, pero no tenía idea de por qué», dijo. «Será así durante todo el fin de semana, veremos cuáles son las diferencias de neumáticos entre nosotros, pero mañana será un gran día».
Rovanperä consiguió una victoria de etapa mientras el rally recorría el país después del espectacular comienzo del jueves en Atenas. Al abrir la pista, se vio obstaculizado por piedras sueltas en la superficie seca y quedó a 25.5 segundos de su compañero Ogier al final de la carrera.
A solo 5.5 segundos estaba Elfyn Evans, quien tuvo problemas para causar impacto a pesar de que esta prueba era crucial en su intento de alcanzar al líder del campeonato, Rovanperä. Un pinchazo lento en el TC2 provocó una pequeña pérdida de tiempo para el galés y él, al igual que su compañero Ogier, también perdió un alerón trasero al final.
Evans superó a Esapekka Lappi en Elatia para quedar cuarto en general por 1.1 segundos, mientras que Lappi se vio obligado a ser cauteloso después de sufrir una fuga de agua en su Hyundai durante gran parte de la tarde.
Una pérdida en el último tramo hizo que Dani Sordo, piloto del i20 N, cayera del quinto al séptimo lugar, pero las frustraciones del español no se compararon con las de Ott Tänak, quien quedó noveno detrás de Nikolay Gryazin en un Ford Puma de M-Sport.
Tänak salió de la zona de montaje de neumáticos en la mitad de la etapa con 22 minutos de retraso después de reparar una falla técnica, lo que le valió una penalización de 3 minutos y 40 segundos. Informó que el problema era similar al que hizo que su compañero Pierre-Louis Loubet se retirara antes de la primera etapa del día debido a «problemas de temperatura». Sin embargo, el estonio pudo sacar al menos algunos aspectos positivos del día al ganar dos especiales.
Yohan Rossel encabezó la clasificación de WRC2 y completó el top 10 con su Citroën C3 Rally2 inscrito en PH Sport. El francés heredó la posición al final del día después de que Adrien Fourmaux de M-Sport Ford, anterior líder de la categoría, tuviera que detenerse para cambiar una rueda de su Ford Fiesta MkII.
