En las aguas del Mar Rojo, un enorme petrolero ha estado parado desde el estallido de la guerra civil en Yemen hace ocho años.
Propiedad de la compañía nacional de energía de Yemen, el barco en deterioro gradual se convirtió en otra víctima de una guerra que ha llevado al país a una crisis humanitaria.
Pero su carga, una enorme cantidad de petróleo crudo, lo convertía en un potencial desastre relacionado con el petróleo, hasta que una operación de la ONU en agosto finalmente logró transferir el petróleo del barco.
