En Marruecos se está llevando a cabo un trabajo de salvamento que resulta crucial, a pesar de todas las dificultades. El epicentro del temblor se ubicó en las montañas del Alto Atlas, a 71km (44 millas) de Marrakech, y muchas de las zonas más afectadas son pueblos y ciudades remotas.

Desde que ocurrió el terremoto, se ha puesto más atención en el despliegue de equipos internacionales de búsqueda.

El domingo, en medio de críticas locales sobre una respuesta lenta y desorganizada por parte de las autoridades, el gobierno de Marruecos generó controversia al decidir aceptar ayuda solo de cuatro países.

Defendieron esta decisión argumentando que «la falta de coordinación podría ser contraproducente».

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