El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, junto al consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid, Jorge Rodrigo, visitó el Centro de Operaciones de Carabanchel de la Empresa Municipal de Transporte (EMT Madrid), que está experimentando un proceso de electrificación en sus instalaciones. Dentro del compromiso con la descarbonización del transporte público de viajeros y, en concreto, con la electrificación, este centro se considera un referente en la transformación de infraestructuras sostenibles. Inaugurada la tercera fase, se puso en marcha una nueva estación de carga eléctrica, alcanzando un total de 260 puntos de recarga eléctrica. En los meses siguientes se ejecutará la cuarta y última fase, con la que se pretenderá alcanzar los 320 puntos de recarga.
Carabanchel, una referencia en electrificación
El Centro de Operaciones de Carabanchel ha sido protagonista de un proceso de transformación recogido en el Plan Estratégico de la empresa municipal, que se dividió en cuatro fases. La primera fase, realizada entre los años 2018 y 2022, sentó las bases del proyecto de electrificación incorporando una primera solución de carga eléctrica: cargadores con potencia de 100-120 kW (25 cargadores para minibuses por enchufe y 65 cargadores por cable).
Posteriormente, en febrero de 2023, se llevó a cabo la segunda fase, que consistió en la puesta en servicio de la primera estación de carga eléctrica por pantógrafo invertido, que disponía de 52 puntos de carga de 100 kW. En marzo se puso en marcha la tercera fase, que duplicó las cifras, permitiendo abastecer a 118 autobuses mediante este método, superando también los números y resultados asociados a su cubierta fotovoltaica y a sus centros de transformación eléctrica. Gracias a esta inauguración, el centro alcanzó un total de 260 puntos de recarga eléctrica.
A falta de ejecutar la cuarta fase, que se espera estuviera terminada entre finales de ese año y principios del siguiente, el Centro de Operaciones de Carabanchel contaría con un total de 320 puntos de recarga: 230 por el sistema de pantógrafo invertido y 90 por enchufe.
La nueva estación de carga eléctrica
La tercera fase de electrificación se desarrolló sobre una superficie de aproximadamente 221×25 metros. La infraestructura se divide en tres niveles de altura: a nivel del suelo se erige la marquesina que cubre la instalación y de la que cuelgan los pantógrafos, los brazos mecánicos encargados de realizar el proceso de recarga automatizada en los vehículos. La marquesina permite, además, un mejor mantenimiento de los vehículos, evitando su exposición directa a las inclemencias del tiempo y reduciendo así el deterioro de los autobuses. Se han instalado dos centros de transformación subterráneos en la zona de la marquesina que dan servicio a los nuevos cargadores. Estos centros albergarán dos transformadores cuya potencia total instalada asciende a 10 MVA.
La estación de carga cuenta, además, con un innovador sistema de protección contra incendios, sistemas de detección de gases, extintores y cámaras termográficas. Esta combinación de medios permite tener el control de cualquier incidencia desde el principio, priorizando la protección preventiva (cámaras termográficas) y la detección temprana (detección de gases, incluso con activación manual del sistema), facilitando así una protección más rápida y minimizando posibles daños.
En el nivel superior, situado en la estructura de la marquesina, a unos 6,5 metros de altura, se encuentra el pasillo técnico donde están ubicados los cargadores que suministran la energía a los pantógrafos y desde donde se desarrolla su mantenimiento y control. Se han instalado 40 cargadores con 360 kW de potencia eléctrica, que pueden llegar a suministrar una potencia máxima de 360 kW a un solo pantógrafo, permitiendo la recarga completa de un autobús en solo 1 hora, o 120 kW a tres pantógrafos de forma simultánea, con 3 horas de carga por cada autobús.
Las zonas laterales cuentan con dos grandes cubiertas de aproximadamente 221×10 metros, y en la parte superior del pasillo técnico se encuentra la cubierta fotovoltaica, dotada con 1.055 paneles que minimizan la demanda energética de la infraestructura: esta instalación cubre el 10 % de la energía requerida. Todos los paneles están conectados en serie y cuentan con tecnología PERC (una capa reflectante para maximizar la radiación) y una potencia de 660 Vatios pico (Wp) cada uno. La energía estimada de esta instalación es de 924,6 MWh/año.
Todas las instalaciones, incluida la cubierta fotovoltaica, tienen la capacidad de ser monitorizadas, lo que permite operar la estación de recarga eléctrica mediante un sistema Smart Charging, posibilitando que las decisiones de carga se determinen a partir de algoritmos que establezcan las necesidades de servicio.
El coste de la obra ascendió a 6,7 millones de euros y el presupuesto total de la inversión, que incluye también los cargadores y pantógrafos, alcanzó los 11,3 millones de euros. Esta cantidad fue financiada al 90 % por los fondos europeos Next Generation EU canalizados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Objetivo de EMT Madrid en la transformación de sus infraestructuras: la descarbonización
El Ayuntamiento de Madrid y EMT Madrid profundizan en su estrategia de electrificación y descarbonización, acorde a los objetivos de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360. Más allá del proyecto de Carabanchel, EMT Madrid busca reducir el impacto medioambiental de la movilidad y facilitar su transición hacia una empresa verde y energéticamente sostenible. EMT Madrid tiene una estrategia global: descarbonizar su flota y transformar todas sus infraestructuras en construcciones más sostenibles.
Los primeros autobuses eléctricos de EMT Madrid comenzaron a circular en 2008 y actualmente 338 de los 2.106 autobuses que componen la flota municipal son vehículos 100 % eléctricos (un 16 %). El resto son autobuses propulsados por Gas Natural Comprimido (GNC). En los últimos años, el objetivo de descarbonización ha llevado a un crecimiento acelerado de los autobuses eléctricos: se estima que el 25 % de la flota municipal será eléctrica en 2025 y que en 2030 toda la flota será de cero emisiones.
Para dar servicio a esta flota descarbonizada, la Empresa Municipal de Transportes está adecuando todos sus centros de operaciones. En el de Entrevías, se instalará una hidrogenera para abastecer a los nuevos autobuses propulsados con hidrógeno verde, abarcando todo el ciclo de este vector energético (producción, almacenamiento y distribución). El Centro de Operaciones de la Elipa se convertirá en el centro de referencia para la gestión de la flota 100 % eléctrica. Fuencarral ha iniciado un proyecto para instalar un sistema de automatización de la carga eléctrica mediante pantógrafo invertido, y en Sanchinarro, hasta ahora dedicado exclusivamente a autobuses de gas, se instalarán cargadores por cable para dar cabida a los autobuses eléctricos.