El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha presentado un estudio sobre la salud de las personas trans. El estudio, llamado Transaludes, fue llevado a cabo por la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII y muestra que cuatro de cada diez participantes opinan que sus profesionales de la salud no saben cómo atender al colectivo.
Objetivos del estudio
La investigación, liderada por la científica María José Belza, tiene como objetivo aumentar el conocimiento sobre la salud de las personas trans y no binarias, así como facilitar posibles mejoras en el acceso a los servicios sociosanitarios. Transaludes es el primer estudio a nivel nacional que analiza la situación de este colectivo en España.
Financiación
El estudio Transaludes cuenta con la financiación del Plan Nacional sobre Drogas (PND) y del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, a través del ISCIII.
Necesidades no cubiertas
La investigación busca abordar una carencia en el estudio de la identidad de género y la orientación sexual, que frecuentemente no están recogidos en las estadísticas de salud nacionales. Esto ha llevado a un gran desconocimiento sobre las necesidades específicas del colectivo LGBTIQA+, especialmente de las personas trans y no binarias.
Datos de la encuesta
El 35% de los participantes son hombres trans, el 23% son mujeres trans y el 42% son personas no binarias, con una edad media de alrededor de 26 años. El estudio también incluye información sobre su visibilidad social, procesos administrativos y médicos de transición, estado de salud física y mental, uso de servicios sanitarios, y las barreras para acceder a estos servicios.
Despatologización de la salud
El equipo investigador subraya la importancia de abordar la salud de las personas trans y no binarias desde un enfoque no estigmatizante, entendiendo la identidad de género como parte de la diversidad humana, y no como una enfermedad. María José Belza enfatiza que la salud, y en particular la salud mental, está influenciada por situaciones de discriminación y violencia.
Resultados de la investigación
La encuesta revela que solo el 10% de las personas trans y no binarias se habían visibilizado en todas las esferas de su vida. Muchos no pudieron realizar los cambios de nombre o de sexo registral deseados debido al miedo al rechazo y a barreras administrativas, especialmente entre las personas no binarias.
En relación a los procesos médicos de transición, un alto porcentaje de los encuestados no los llevó a cabo por diversas razones, incluyendo el temor a la discriminación y la dificultad de acceso a los servicios de salud pública. Esto llevó a que dos tercios de las personas que realizaron alguna transición quirúrgica optaran por la sanidad privada. Además, las personas con diagnósticos de salud mental o que tienen un peso considerado elevado enfrentan barreras adicionales.
Percepción del estado de salud
Cuatro de cada diez participantes indicaron que sus profesionales de la salud no sabían cómo atender al colectivo, y una de cada diez afirmó que el personal consideraba que ser una persona trans o no binaria era una enfermedad. La proporción de quienes consideraron que su estado de salud era bueno o muy bueno es inferior a la de la población general de su misma edad.
Fortalezas y limitaciones del estudio
Una de las principales fortalezas del estudio Transaludes es que es la primera investigación nacional sobre salud en personas trans y no binarias, con una muestra significativa y participación de diversas comunidades autónomas. Sin embargo, se observó una baja proporción de personas mayores de 50 años y la metodología online puede haber limitado la inclusión de aquellas que enfrentan brechas digitales o exclusión social.
Salud mental
Transaludes reveló problemas significativos de salud mental, como depresión y ansiedad, atribuibles a la discriminación estructural que enfrenta este colectivo. La ideación y los intentos autolíticos son preocupantes, especialmente en una población joven, indicando la urgencia de capacitar el sistema para abordar su salud mental. Además, más de la mitad de los participantes señalaron ser incapaces de cubrir sus necesidades de atención en salud mental por razones económicas.
El elevado número de hombres trans y personas no binarias asignadas mujer al nacer que nunca acudieron a consultas de ginecología sugiere la existencia de importantes barreras de acceso a esta especialidad. Asimismo, casi la totalidad de los participantes había sufrido algún tipo de violencia tránsfoba o discriminación debido a su identidad de género, con casi la mitad habiendo sido agredidos físicamente.
Transaludes también destaca que las cifras de violencia sexual contra el colectivo son alarmantes, superando ampliamente los casos que llegan a ser denunciados, lo que evidencia la necesidad de desarrollar programas de prevención y protección contra la discriminación y violencia hacia las personas trans y no binarias.