El delegado de Políticas de Vivienda y presidente de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS Madrid), Álvaro González, visitó un edificio situado en el paseo de Santa María de la Cabeza que estaba siendo rehabilitado gracias al Plan Rehabilita 2023. La comunidad de propietarios recibió una subvención de más de 145.000 euros. Las obras consistieron en la rehabilitación de la fachada, la reestructuración de los elementos comunes del edificio que estaban en mal estado y la instalación de un sistema de aislamiento térmico SATE para mejorar las condiciones de habitabilidad y eficiencia energética.
El Plan Rehabilita es el programa municipal que subvenciona obras para mejorar la accesibilidad, conservación, eficiencia energética y salubridad en edificios residenciales y viviendas unifamiliares, dotado en esta última edición con 50 millones de euros. Los madrileños interesados podían solicitar estas ayudas hasta el 14 de febrero en cualquier oficina de registro del Ayuntamiento o de forma telemática. González recordó que “los ciudadanos tienen su cita anual con la convocatoria de ayudas, con las que estamos fomentando la cultura de la rehabilitación”.
Novedades de la convocatoria
La principal novedad en esta convocatoria de 2024 fue la subvención de hasta el 60 % para la seguridad de instalaciones eléctricas y prevención de incendios, y de hasta el 80 % para el ajardinamiento de zonas comunes, con el objetivo de combatir el efecto ‘isla de calor’ en las ciudades. Todas las actuaciones pueden alcanzar el 90 % de subvención para las familias con mayor vulnerabilidad.
Datos sobre las solicitudes
El presupuesto medio de las obras de rehabilitación en Madrid se situó en torno a los 200.000 euros, lo que supuso obras de gran envergadura. Las ayudas de este plan oscilaron entre el 40 % y el 90 % del coste de las obras, pudiendo llegar hasta los 10.000 euros por vivienda, en función del tipo de actuación. Las subvenciones se abonaron de forma anticipada por la totalidad de la ayuda concedida, una vez se obtuvo la licencia de obra, por lo que no fue necesario esperar a terminar las obras para recibir las ayudas.
Este plan estuvo dirigido a edificios de construcción anteriores a 1998 en toda la ciudad, estableciendo un ámbito de espacios vulnerables con mayor cuantía de subvención, diferenciando entre zonas de especial transformación urbana (ZETU) o zonas de impulso a la rehabilitación energética (ZIRE). Además de mejorar la habitabilidad de las viviendas, gracias a la rehabilitación edificatoria se evitaron más de 15.700 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera, logrando una mejora de la eficiencia energética en los edificios rehabilitados con un ahorro de 66 millones de KW/h.