La liderazgo en computación y los ecosistemas de software han sido durante décadas un pilar de la fortaleza e influencia de Estados Unidos en el mundo. El gobierno federal ha actuado con sensatez al no dictar el diseño, la comercialización y la venta de computadoras y software convencionales, que son impulsores clave de la innovación y el crecimiento económico.
La primera administración Trump estableció las bases para la fortaleza y el éxito actuales de Estados Unidos en inteligencia artificial (IA), promoviendo un entorno en el que la industria estadounidense podía competir y ganar por mérito sin comprometer la seguridad nacional. Como resultado, la IA convencional se convirtió en una parte integral de cada nueva aplicación, impulsando el crecimiento económico, promoviendo los intereses de Estados Unidos y asegurando el liderazgo americano en tecnología de vanguardia.
El acceso global a la IA en peligro
Hoy en día, empresas, startups y universidades de todo el mundo están aprovechando la IA convencional para avanzar en campos como la salud, la agricultura, la manufactura y la educación, impulsando el crecimiento económico y desbloqueando el potencial de las naciones. Basada en la tecnología estadounidense, la adopción de la IA en todo el mundo alimenta el crecimiento y las oportunidades para las industrias tanto en el país como en el extranjero.
Ese progreso global ahora está en peligro. La administración Biden buscó restringir el acceso a aplicaciones de computación convencional con su «regla de difusión de IA», que amenazaba con desviar la innovación y el crecimiento económico a nivel mundial.
Regulación y sus consecuencias
En sus últimos días en el cargo, la administración Biden trató de socavar el liderazgo de Estados Unidos con un engorroso documento regulatorio de más de 200 páginas, redactado en secreto y sin la revisión legislativa adecuada. Este desmesurado alcance impondría un control burocrático sobre cómo se diseñan y comercializan a nivel global los semiconductores, computadoras, sistemas e incluso software más destacados de Estados Unidos. Al intentar manipular los resultados del mercado y sofocar la competencia —el alimento vital de la innovación— la nueva regla de la administración Biden amenazaba con desperdiciar la ventaja tecnológica lograda con esfuerzo por Estados Unidos.
Aunque disfrazadas como una medida “anti-China”, estas reglas no harían nada para mejorar la seguridad de Estados Unidos. Las nuevas regulaciones controlarían la tecnología a nivel mundial, incluida aquella que ya está disponible en PC de juego convencionales y hardware de consumo. En lugar de mitigar cualquier amenaza, las nuevas reglas de Biden solo debilitarían la competitividad global de Estados Unidos, socavando la innovación que ha mantenido al país a la vanguardia.
Aunque la regla no es aplicable por 120 días, ya estaba socavando los intereses estadounidenses. Como demostró la primera administración Trump, Estados Unidos gana a través de la innovación, la competencia y compartiendo sus tecnologías con el mundo, y no retirándose tras un muro de sobrealcance gubernamental. Se espera un retorno a políticas que fortalezcan el liderazgo estadounidense, respalden la economía y preserven la ventaja competitiva en IA y más allá.
Ned Finkle es vicepresidente de asuntos gubernamentales en NVIDIA.