Libros, literatura, cultura y sociedad son lo mismo, un todo. Una se alimenta de la otra, en una relación simbiótica equilibrada y armónica. La novela histórica, tal vez, sea uno de los mejores reflejos de esta relación.
Claro ejemplo de transmisión de información; lleva más allá, traslada en el tiempo, da a conocer y entender tiempos pasados y a sus gentes. Y en más de una ocasión se sorprenderán de lo poco que han cambiado.
Culturas lejanas se nos presentan cercanas
Culturas lejanas se presentan cercanas, en nuestras manos, en ese instante. Personajes que serán admirados u odiados. Comportamientos y acontecimientos que marcaron la historia; destruyendo, modificando o creando nuevas sociedades.
Todo es historia, cultura y sociedad
Todo es historia, cultura, sociedad y a todo ello se puede tener acceso en una novela. Incluso a amores históricos, con más o menos relevancia, que en numerosas ocasiones dieron origen a leyendas o coplillas que han quedado en el imaginario popular.
Se invita a viajar, a conocer, a amar, a odiar. En definitiva, se invita a leer.
Novela histórica. Punto de interés.
