El uso innovador de drones en la detección de plagas de oruga procesionaria
Esta mañana se ha llevado a cabo el primer vuelo de un dron destinado a la detección de bolsones de oruga procesionaria en árboles de gran altura en el parque de la Dehesa de la Villa. El evento fue supervisado por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, quien estuvo acompañado por el concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, y el concejal de Moncloa-Aravaca, Borja Fanjul. Esta área, recientemente reconocida como Bien de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid en la categoría de Paisaje Cultural, ha sido el escenario de esta iniciativa.
Carabante aclaró que este procedimiento experimental tiene como objetivo facilitar las labores de los técnicos municipales en la detección de la plaga en áreas donde la altura de los árboles dificulta su inspección. Si los resultados obtenidos por la empresa Acciona, que actualmente se encarga del mantenimiento de parques históricos y forestales de la ciudad, son favorables, se considera la posibilidad de implementar el dron en otros espacios como El Retiro, Casa de Campo, Capricho, Tres Cantos, La Elipa, San José y Dehesa Boyal.
Control y reducción de la oruga procesionaria
El Ayuntamiento de Madrid está cerca de concluir los trabajos de control de la oruga procesionaria en sus espacios verdes. Desde el inicio del año, se han retirado 72,907 bolsones, un número que supera en más del triple a lo registrado el año anterior. Además, se han colocado 4,578 anillos alrededor de los troncos de los árboles para prevenir que las orugas desciendan al suelo. Esta cifra también representa más del doble de anillos que en la campaña anterior.
La estrategia de control de la plaga se realiza con métodos amigables con el medio ambiente. Las operaciones se inician cada verano y se extienden hasta febrero, abarcando cuatro fases clave: colocación de trampas de feromonas, aplicación de productos fitosanitarios mediante endoterapia, extracción de nidos y colocación de anillos en los troncos de los árboles.
Durante el verano, se colocan trampas con feromonas en las zonas verdes del municipio para atraer y atrapar machos de la mariposa procesionaria. Esto interrumpe su ciclo reproductivo y reduce la puesta de huevos. Este año, se han utilizado un total de 4,259 trampas con feromonas.
Entre octubre y noviembre, se realiza la endoterapia, que consiste en introducir productos fitosanitarios en la savia del árbol. Este procedimiento se aplica especialmente en árboles de difícil acceso y ha sido utilizado en 2,530 ejemplares hasta la fecha.
La fase de extracción de nidos se lleva a cabo en enero y febrero utilizando plataformas de poda para eliminar bolsones en la parte alta de los árboles, principalmente en pinos y cedros. Hasta ahora, se han retirado 72,907 bolsones, un número considerable en comparación con los 21,198 extraídos en la campaña del año anterior. Por último, en febrero se instalan anillos perimetrales para limitar el movimiento de las orugas, y en este momento se han colocado 4,578 anillos, más del doble que durante la campaña previa.
Conciencia ciudadana ante la plaga
Las labores realizadas en campañas anteriores han tenido un impacto notable en la reducción de los nidos de orugas procesionarias. Estas acciones se realizan en áreas de recreo infantil y alrededor de centros educativos, bajo los contratos vigentes para la conservación y mantenimiento de las zonas verdes de Madrid.
El Ayuntamiento también impulsa la biodiversidad urbana, promoviendo la presencia de aves insectívoras que depredan a las orugas, lo que sirve como un aliado en la lucha contra esta plaga.
Por último, las autoridades municipales instan a los ciudadanos a evitar manipular o acercarse a las orugas procesionarias, ya que pueden liberar pelos urticantes que causan irritaciones en la piel y mucosas. En caso de avistar orugas, el Ayuntamiento recomienda no tocarlas y contactar con los servicios municipales a través del número 010 para gestionar la situación adecuadamente, ya sea en parques públicos o privados. La intervención de expertos en plagas es esencial para garantizar un control seguro y efectivo de esta problemática.