El Gobierno de España reafirma su compromiso en la lucha contra la desigualdad salarial de género, reconociendo que las diferencias en las remuneraciones entre hombres y mujeres son un problema persistente en la economía y la sociedad. En su declaración reciente, las autoridades aseguran que seguirán trabajando en la implementación de normativas y medidas necesarias para abordar las causas de esta desigualdad, lo que incluye el fortalecimiento de los derechos humanos y la justicia social.
Esta iniciativa se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de la ONU, especialmente en lo que respecta a la igualdad de género y la promoción de un crecimiento económico inclusivo y sostenible.
Definición de igualdad salarial
La igualdad salarial, o igualdad retributiva, se refiere al principio de que todas las personas que realicen tareas de igual valor deben recibir la misma remuneración, sin importar su género, raza, orientación sexual, nacionalidad u otros factores. Este concepto es fundamental para garantizar un trato justo en el ámbito laboral.
Brecha salarial y sus repercusiones
La Comisión Europea define la brecha salarial de género como la diferencia en los ingresos brutos medios por hora entre hombres y mujeres empleados, expresada en porcentaje respecto a los salarios masculinos. Este desajuste no sólo repercute en los salarios actuales, sino que afecta a las pensiones, aumentando el riesgo de pobreza en la tercera edad, especialmente para las mujeres. La erradicación de la desigualdad retributiva es esencial para alcanzar una equidad efectiva en la sociedad, tal como se estipula en el artículo 9.2 de la Constitución Española.
En cuanto a la evolución de esta problemática, los datos de la Encuesta de Estructura Salarial 2022 indican que la brecha salarial en España se ha reducido en 6,83 puntos en la última década, situándose actualmente en un 17,09%. Aunque esta cifra muestra cierta mejora, la desigualdad que persiste es inaceptable y evidencia la discriminación laboral que aún enfrentan muchas mujeres.
En términos de avances, se ha registrado un aumento en el número de mujeres en el mercado laboral. Según la Encuesta de Población Activa, en 2024 se incorporaron 207,400 mujeres al trabajo, superando por primera vez los diez millones de trabajadoras en España.
Para combatir la brecha salarial, se han implementado varias medidas, entre las que destaca el reciente incremento del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), fijado en 1,184 euros mensuales para 2025, cifra que representa un aumento del 61% desde 2018. Esta medida beneficia especialmente a las mujeres, que a menudo están sobrerrepresentadas en empleos con remuneraciones mínimas.
Además, se prevé una reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, lo que facilitará la conciliación entre la vida personal y laboral, beneficiando mayoritariamente a las mujeres, quienes tradicionalmente asumen las responsabilidades de cuidado en el hogar. También es significativo mencionar la disminución de la temporalidad en el empleo femenino gracias a reformas laborales previas.
Por otra parte, España ha liderado esfuerzos para asegurar la igualdad en el empleo mediante el Real Decreto-ley de medidas urgentes que garantiza un trato equitativo, así como la regulación de planes de igualdad y permisos de cuidado. Estos avances han sido fundamentales en el progreso hacia la igualdad de derechos.
Desafíos en la era digital y desinformación
Con el continuo desarrollo de la inteligencia artificial y tecnologías emergentes, surgen tanto oportunidades como desafíos en el ámbito laboral, incluido el tema salarial. La participación y el liderazgo de las mujeres en estos campos son cruciales, al igual que la necesidad de abordar los sesgos de género que pueden estar presentes en los algoritmos. Para ello, se implementará la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial (ENIA), que tiene como objetivo reducir la brecha de género en el empleo y liderazgo tecnológico.
Sin embargo, la desinformación sobre la brecha salarial también constituye un obstáculo significativo. Narrativas erróneas pueden desvirtuar la realidad de las diferencias salariales, normalizando desigualdades o atribuyéndolas a decisiones individuales, lo que socava el progreso hacia la igualdad. El Gobierno de España ha manifestado su determinación de contrarrestar estas narrativas y promover un análisis riguroso que apoye la igualdad de oportunidades en el contexto laboral.