La reina Coral Gutiérrez celebra su «cuento de Disney» en el Carnaval de Los Juegos Olímpicos
La gala del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, celebrada el 28 de febrero, culminó con la coronación de Coral Gutiérrez como nueva reina. Representando al Restaurante El Centro de Guayadeque, Gutiérrez deslumbró al público con su fantasía titulada «Bohemia», diseñada por Kilian Betancor Falcón, quien se inspiró en los trajes históricamente emblemáticos de las reinas del carnaval.
Emociones a flor de piel
A pocas horas de convertirse en reina, Coral compartió su experiencia repleta de incredulidad y felicidad. "Estoy en una nube, no he despertado. Estoy muy, muy feliz", afirmó. Consciente de que esta era su segunda oportunidad en el certamen, subrayó su deseo de disfrutar cada momento de su reinado. "Represento a Canarias y estoy supercontenta", expresó la nueva monarca.
Las tensiones del evento no la intimidaron. Coral recordó que los nervios se intensificaron antes de que el jurado diera su veredicto, pero logró mantenerse positiva y enfocada. "No te puedes bloquear, tienes que vivirlo y disfrutarlo", comentó. Al referirse a las demás candidatas, demostró humildad: "Las damas son todas preciosas. ¡Enhorabuena a todas ellas!"
El diseño detrás del triunfo
El diseñador Kilian Betancor, quien había estado trabajando en el traje desde días antes de la gala, también vivió la emoción con intensidad. Su creación, de un peso estimado de 800 a 900 kilos, se inspiró en la Belle Époque y el famoso Folies Bergère. Betancor expresó su satisfacción tras ver el impacto que causó su obra: "Cuando vi el traje completo, sentí que tenía una buena oportunidad".
Con una trayectoria exitosa en el ámbito del carnaval, Betancor es uno de los pocos diseñadores que ha ganado tanto el título de reina como el de drag queen, un logro que ha celebrado con la misma emoción que sus anteriores triunfos. "Estoy muy contento y feliz. Nos hemos esforzado y al final lo hemos logrado", concluyó.
Coral Gutiérrez y Kilian Betancor no solo celebran un título, sino también la culminación de un sueño que, como bien dice Coral, puede sentirse como un verdadero "cuento de Disney".