Por sexto año consecutivo, Madrid ha sido galardonada como ‘Ciudad Arbórea del Mundo’ por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day. Este reconocimiento es exclusivo para la capital española, que ha mantenido esta distinción desde el inicio del programa. El anuncio fue realizado por el alcalde José Luis Martínez-Almeida durante su visita al Parque del Retiro, donde recibió el premio de la mano de Sophia Plitt, representante del programa Tree Cities of the World de la Fundación Arbor Day.
El regidor destacó la importancia de este galardón como un reflejo del compromiso del Ayuntamiento con la gestión y conservación del arbolado urbano y las áreas verdes de la capital. La visita coincide con el 90º aniversario de la declaración del Retiro como jardín artístico, protegido como Bien de Interés Cultural desde el 8 de febrero de 1935.
Un compromiso con la sostenibilidad
Almeida subrayó los esfuerzos de su administración para mejorar la sostenibilidad de Madrid, incluyendo la ambiciosa meta de plantar 500.000 árboles durante su mandato. “El objetivo es crear una ciudad más amable y adaptada a las exigencias climáticas, lo cual se traduce en una calidad del aire cada vez mejor”, afirmó el alcalde.
El alcalde también resaltó el compromiso del Ayuntamiento con la Fundación Arbor Day, Naciones Unidas y los habitantes de Madrid para disfrutar de una ciudad más verde. Este esfuerzo se ve reflejado en la renaturalización de espacios urbanos consolidados, como el soterramiento de la A-5 y la M-30, que generarán amplias áreas verdes. También mencionó la mejora en el mantenimiento de los 3.800 parques y espacios verdes de la ciudad, tales como el Bosque Metropolitano, que se extiende por 75 kilómetros.
Por su parte, Sophia Plitt elogió el trabajo del Ayuntamiento al otorgar este premio, que solo reciben 22 ciudades en todo el mundo. Subrayó que “ciudades como Madrid son una inspiración”, asegurando que el avance hacia un futuro verde es posible al invertir en los bosques urbanos y fomentar la colaboración.
Madrid, un referente global en arbolado urbano
Madrid se posiciona como una de las ciudades más arboladas del mundo, con un 26% de su territorio cubierto de árboles, superando a ciudades como Toronto, Nueva York o Londres. La capital cuenta con aproximadamente 5,7 millones de árboles de 500 especies, y desde 2019 ha invertido 114 millones de euros en la mejora de zonas verdes, con 124 proyectos en marcha, de los cuales 99 ya han finalizado.
Desde noviembre de 2021, se ha incrementado en un 48,3% el presupuesto destinado a la conservación de parques y jardines, contribuyendo a los requisitos establecidos por la ONU para recibir la distinción de Ciudad Arbórea. Madrid ha cumplido con cinco criterios esenciales que incluyen un enfoque en la gestión del arbolado, un censo actualizado, recursos financieros para su conservación, normativas específicas y actividades para concienciar a la población.
La gestión adecuada de los árboles no solo optimiza la calidad del aire y reduce la huella de carbono, sino que también mejora la sostenibilidad hídrica y promueve la biodiversidad al proporcionar refugio y alimento a diversas especies. A medida que Madrid avanza hacia un modelo de vida más sostenible, la ciudad prioriza la calidad de vida de sus residentes y el equilibrio ecológico en el entorno urbano.
El programa ‘Ciudades Arbóreas del Mundo’ tiene como objetivo no solo la mejora de la gestión de los recursos arbóreos urbanos, sino también la creación de una red global que potencie el intercambio de conocimientos sobre sostenibilidad en los espacios verdes. Esta iniciativa se alinea con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11 de la Agenda 2030, que busca ciudades más inclusivas y resilientes. Hasta 2024, se han reconocido un total de 210 ciudades arbóreas en 24 países.
La Fundación Arbor Day, que promueve la plantación de árboles como una solución para los desafíos ambientales urbanos desde 1972, tiene como meta plantar 500 millones de nuevos árboles para 2027 en áreas con mayor necesidad. Con más de un millón de miembros en todo el mundo, la fundación enfatiza el valor estratégico de los árboles para mejorar la calidad del aire, mitigar el cambio climático y abordar problemas sociales como la pobreza y el hambre.