El Ayuntamiento de Palma ha tomado medidas enérgicas para la limpieza de grafitis en el centro histórico. En una rueda de prensa celebrada el 18 de marzo de 2025, el teniente de alcalde de Urbanisme, Óscar Fidalgo, anunció que la Comisión del Centro Histórico ha validado la propuesta presentada por Emaya para eliminar las pintadas en varios edificios emblemáticos, incluidos sa Llotja, Born, Puig de Sant Pere, El Lul.lia, el Col.legi Notarial y la Iglesia de Sant Joan de Malta. Esta iniciativa tiene como objetivo revitalizar los espacios afectados por el vandalismo y mejorar la imagen de la ciudad.
Aprobación de rehabilitaciones importantes
Además de la limpieza de grafitis, la Comisión también ha dado luz verde a la rehabilitación de un edificio en la calle Sant Jaume, que cambiará su uso a vivienda unifamiliar. Según Fidalgo, el proyecto cuenta con un informe técnico favorable y se alinea con el Plan General de Urbanismo. «La rehabilitación se concentrará en modificar las fachadas y redistribuir los interiores, recuperando elementos patrimoniales como ventanas, arcos y pavimentos», explicó el edil. Este inmueble, con orígenes que datan de los siglos XIV y XV, es catalogado como de gran valor patrimonial y está protegido por regulaciones específicas.
Mejoras educativas en el Colegio Sant Francesc
La sesión también abordó la adecuación de varias dependencias del Colegio Sant Francesc, ubicado en la plaça de Sant Francesc, para convertirlas en aulas de educación infantil. La reforma abarcará la planta baja, donde se establecerán aulas para niños de 0 a 3 años y una sala multiusos, ocupando aproximadamente 228 m². Esta renovación busca ofrecer un entorno educativo más moderno y funcional.
Por último, Fidalgo enfrentó las acusaciones de la edil Neus Truyol, de Més per Palma, quien había afirmado que el Gobierno local planeaba construir una carretera de 22 metros en Son Bordoy. El edil aclaró que el Plan General de 2023, aprobado durante el mandato de Truyol, establece la ampliación del Camí den Viquet para facilitar el tráfico no motorizado y asegurar una mejor integración del entorno agrícola, desmintiendo de esta forma cualquier intención de perjudicar la zona.