La delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, junto al concejal de Centro, Carlos Segura, realizaron esta mañana una visita a los jardines de Sabatini, que actualmente están sometidos a un proceso de adecuación y mejora. Esta intervención busca atender la significativa degradación de los elementos del parque, que se considera un bien de alta protección patrimonial.
El proyecto está siendo ejecutado de manera cuidadosa, con el objetivo de minimizar el impacto en su entorno. García Romero destacó que la realización de las obras está sujeta a un riguroso control arqueológico, siguiendo las indicaciones establecidas por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid.
Detalles del proyecto de rehabilitación
El plan de rehabilitación incluye la implementación de un nuevo sistema de drenaje, cuya ejecución se encuentra actualmente al 70% de su finalización. Una vez que este sistema esté terminado, se procederá a la instalación de nuevos pavimentos, bordillos, bancos y alumbrado. Además, se llevarán a cabo mejoras en la jardinería con la plantación de nuevas especies frondosas y árboles, lo que aumentará las condiciones de confort ambiental, térmico y paisajístico del área.
La intervención también abarca la reparación de elementos pétreos, como escaleras y pavimentos que han sufrido un desgaste considerable. Se tomarán medidas para consolidar esculturas, escaleras y bancos que han sido afectados por problemas de asentamiento y se restaurarán fuentes ornamentales que están en mal estado o fuera de uso.
Rehabilitación de espacios existentes
Los trabajos incluyen la mejora de dos espacios previos dentro del jardín. Uno de ellos, de 30 m², que estaba en desuso, ha sido adaptado como almacén de jardinería. El otro, de 70 m², anteriormente destinado a aseos y sala de descanso, se ha transformado en un comedor y vestuarios totalmente equipados con servicios, taquillas y duchas para los jardineros.
Esta rehabilitación es parte de un proyecto más amplio que ya ha abarcado la transformación de las calles San Quintín y Marina Española, las cuales se convirtieron en vías de plataforma única. Además, se realizaron ajustes en los caminos podotáctiles de la plaza de España para asegurar la accesibilidad total del área. La inversión total para este proyecto asciende a 5,8 millones de euros.
Antes de estas obras, los jardines de Sabatini presentaban múltiples deficiencias, incluyendo hundimientos en escalones, esculturas y superficies pavimentadas, así como problemas de drenaje que generaban encharcamientos. A esto se sumaban un sistema de alumbrado anticuado, barreras arquitectónicas y un deterioro significativo del pavimento, agudizado por la pérdida de vegetación tras la borrasca Filomena.
