A la UD Las Palmas le costó algunos minutos poder entrar en el partido. Su rival estaba especialmente atento a los movimientos de Jonathan Viera e interesado en conseguir balones en territorio visitante. Tras esa presentación, los amarillos asumieron el mando del juego y fueron tomando el pulso en las operaciones ofensivas guiados por su capitán.
En esa primera etapa del encuentro, García Pimienta había modificado su once titular con respecto al día de Lugo. Unió en la organización de las iniciativas a Viera y Moleiro, recuperando para una de las bandas la chispa de Álvaro Jiménez.
A los 10 minutos aparecieron los porteros. Primero Amir, al retener un disparo de Loidoice. Y en la siguiente jugada, Valles, con un desvío a córner tras intento del ex amarillo Yuri.
El encuentro dio un cambio de sentido en el minuto 22, cuando la UD Las Palmas se puso por delante en el marcador con un gol del rumano Andone. El colegiado, a instancias del VAR, estimó como tarjeta roja un pisotón de Yuri a Jonathan Viera. Y en la misma intervención de consulta, dejó sin efecto el fuera de juego inicial con el que se había anulado el tanto del delantero. El partido estuvo interrumpido durante cinco minutos mientras Fuentes Molina y Ocón Arraiz adoptaban las decisiones definitiva.
Había que administrar durante más de una hora esa doble ventaja, ante un rival que no perdía la intensidad. Las Palmas asimiló ese nuevo escenario con serenidad, asumiendo mucho tiempo el balón, para acabar el primer periodo con más de un 80% de control. Aunque sus nuevos intentos no lograron sobrepasar la última línea antes de volver a poner en riesgo los dominios del portero Amir.
Al inicio de la segunda mitad, Andone -con tarjeta- dejó su lugar a Sandro Ramírez en el ariete del equipo visitante, que buscaba el gol que diera más seguridad. Lo pudo conseguir en el minuto 50 el propio Sandro, al encontrarse el larguero en la proyección de un disparo tras jugada con Viera.
En el 55 el turno fue para Álvaro Jiménez, al culminar con un chut de izquierda una perfecta ‘dejada’ de Alberto Moleiro. Pero de nuevo el balón se fue junto al poste de Amir. Esas fueron, no obstante, las ocasiones de mayor riesgo para la Ponferradina.
El encuentro pasó desde entonces un tramo de incertidumbre porque el dominio de los grancanarios no tenía un incremento en la ventaja. Tampoco se generaban situaciones claras, aunque el control del balón no decaía para los amarillos.
El suspense final no cambió el destino del resultado y, en los últimos minutos, Vitolo Machín acumuló su primera presencia en el vigente ejercicio.
