Dos hombres han sido ahorcados en Irán por matar a un miembro de las fuerzas de seguridad durante las protestas nacionales contra el gobierno el año pasado.

Mohammad Mahdi Karami y Seyed Mohammad Hosseini habían apelado sus sentencias, diciendo que habían sido torturados para hacer confesiones falsas.

El Secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, dijo que las ejecuciones eran «abominables».

El número total de manifestantes conocidos que han sido ejecutados después de los disturbios es ahora de cuatro.

Las manifestaciones contra el establecimiento clerical estallaron en septiembre después de la muerte bajo custodia de una mujer detenida por la policía de la moralidad por supuestamente usar su hijab, o pañuelo para la cabeza, «indebidamente».

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