El gobierno más religioso y radical en la historia de Israel ha tomado juramento. Benjamin Netanyahu ha vuelto a ser primer ministro después de que su partido Likud formara una coalición con aliados ultra-nacionalistas y ultra-ortodoxos judíos. Hay preocupación nacional e internacional de que esto inflame el conflicto con los palestinos, dañe el sistema judicial y restrinja los derechos de las minorías. Dirigiéndose a una sesión especial del Knesset (parlamento) en Jerusalén, el Sr. Netanyahu ha prometido buscar la paz y salvaguardar los derechos civiles. Cientos de manifestantes se reunieron frente al Knesset antes de la ceremonia de juramentación.