El año pasado, en Castilla y León, se incrementó en un 4,3% la cantidad de envases domésticos que se reciclaron en comparación con el 2021. Esto fue posible gracias a la colaboración de Ecoembes, convirtiendo los envases en materia prima para producir nuevos productos o envases. En total, cada ciudadano separó 24,5 kg de envases en contenedores y papeleras amarillas y azules para su posterior reciclaje. Actualmente, la Comunidad cuenta con 39278 contenedores amarillos y azules para reciclar.

El objetivo de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio es facilitar el reciclaje a los habitantes de la Comunidad a través de sus proyectos y eventos, como el proyecto RECICLOS o el proyecto LIBERA. En 2022, se enviaron a instalaciones recicladoras 70601 toneladas de envases domésticos de plástico, metal, briks y papel y cartón para ser reciclados y darles una nueva vida.

El proceso de reciclaje comienza con la separación de los ciudadanos haciendo uso de los contenedores especiales que hay en las calles y en espacios públicos. En Castilla y León, se cuenta con 17232 contenedores amarillos y 22046 azules, además de más de 3400 papeleras de colores en otros espacios. La implicación ciudadana es fundamental, ya que el reciclaje protege el medioambiente y ahorra energía, agua y emisiones de CO2.

Este año se cumplen 25 años desde que se impulsara la normativa de reciclaje de envases en España. Desde entonces, se ha mejorado mucho en infraestructuras y concienciación ciudadana sobre cómo separar envases. Aun así, hay aspectos en los que se puede mejorar para incrementar el reciclaje de otros residuos, como el textil, la materia orgánica o los envases comerciales e industriales. Igualmente, es necesario priorizar cada vez más la reducción, el consumo responsable y la reutilización como alternativas previas al reciclaje.