De acuerdo con los varios estudios que se han realizado sobre el tema, se ha comprobado que la falta de sueño puede tener serias consecuencias para la salud. Dormir menos de las ocho horas recomendadas puede llevar a tener un menor rendimiento cognitivo, problemas de concentración y memoria, y un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y enfermedades cardiovasculares. Además, la falta de sueño también puede afectar negativamente el estado de ánimo, causando irritabilidad, ansiedad, y depresión. Por lo tanto, es crucial priorizar el sueño y asegurarse de obtener la cantidad adecuada de descanso cada noche.