Alrededor de 1.000 personas en Teherán han sido acusadas en relación a las protestas contra el gobierno en Irán, según ha dicho el fiscal jefe de la ciudad.

Los sospechosos acusados de «actos de sabotaje», incluyendo el asesinato de fuerzas de seguridad y el incendio provocado, enfrentarán juicios públicos esta semana.

Las autoridades no han dicho cuántos han sido detenidos en todo el país, pero los activistas de derechos humanos han estimado el total en 14.000.

Los disturbios fueron desencadenados por la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una mujer de 22 años que cayó en coma después de ser arrestada por la policía de moralidad en Teherán.

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