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Can Bordils reanuda su tarea de difusión de materiales inéditos del patrimonio histórico y cultural con una exposición que recoge el legado de Alfred Cossmann.

Inauguración de la exposición

El primer teniente de alcalde y regidor de Cultura, Javier Bonet, ha asistido al acto de inauguración de la muestra, donde ha estado acompañado por Manuel Ripoll, el coleccionista que ha cedido las obras del grabador austríaco.

Detalles de la muestra

Las dependencias del Arxiu Municipal de Palma, ubicadas en el espacio de Can Bordils, acogieron la inauguración de la exposición que reúne la colección de las obras de Alfred Cossmann (1870-1951), uno de los grabadores más destacados del siglo XX.

Durante el evento, estuvieron presentes el primer teniente de alcalde y regidor de Cultura, Javier Bonet; el coordinador general de Cultura y Turismo, Fernando Gómez de la Cuesta, y la directora general de Patrimonio e Interpretación de la Ciudad, Pilar Ribal, entre otros destacados. El historiador Manuel Oliver, quien coordinó la exposición, y Manuel Ripoll, el coleccionista que cedió las piezas, también estuvieron presentes.

El legado de Cossmann

Ésta fue la primera vez que el legado del grabador austríaco, conservado en Mallorca, fue objeto de una exposición pública. Se previó que la colección fuera presentada en Viena.

Durante su intervención, el regidor de Cultura, Bonet, agradeció a Manuel Ripoll su generosidad, que hizo posible el montaje de esta muestra y ponerla al alcance de todos los palmesanos y visitantes.

Además, Bonet indicó que con esta iniciativa, el Arxiu Municipal de Palma reanuda definitivamente su labor de difusión de temas y materiales inéditos relacionados con el patrimonio histórico y cultural.

Vida y obra de Alfred Cossmann

Nacido en Graz, la capital de la provincia de Estiria, en el sur de Austria, Alfred Cossmann residió casi toda su vida en Viena. Allí adquirió excelentes habilidades en cerámica, pintura y artes gráficas, aunque su gran especialidad fue el grabado, inspirándose en la tradición de Alberto Durero.

Representante de una técnica poco habitual a finales del siglo XIX, Cossmann se convirtió en un miembro cualificado de la Escuela Vienesa del Grabado, y en 1893 diseñó su primer ‘exlibris’.

Iniciada la década de 1920, comenzó a impartir docencia en la prestigiosa Escuela Gráfica de Viena y fundó la Escuela Vienesa del Grabado en Cobre.

A lo largo de su larga carrera, Alfred Cossmann recibió importantes condecoraciones y distinciones, siendo considerado, más de 70 años después de su muerte, uno de los grabadores que más influyó en la evolución de esta especialidad.

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