El 6 de marzo, enormes manifestaciones anti guerra en toda Rusia llevaron al arresto de más de 5.000 manifestantes. 29 de ellos fueron llevados a la Comisaría de Policía de Brateyevo en Moscú para ser interrogados.
Allí, un oficial de policía no identificado vestido de negro sometió al menos a 11 mujeres jóvenes a abusos verbales y físicos, a menudo llegando a la tortura. Esto incluyó asfixia.
Dos de las detenidas grabaron sus experiencias y, al ser liberadas, filtraron el audio a la prensa. A pesar de la indignación internacional y múltiples llamados a una investigación por parte de un político ruso, las autoridades no abrieron un caso penal.
En lugar de eso, las víctimas se propusieron encontrar al «hombre de negro» por sí mismas. Utilizando una base de datos filtrada de una empresa de entrega de alimentos rusa llamada Yandex, cuentas de redes sociales archivadas y antiguos perfiles de citas, el nuevo documental de la BBC Eye, «Finding My Torturer», cuenta la historia de cómo estas mujeres jóvenes se unieron para revelar la identidad de su torturador y su oficial superior.