El desarrollo sostenible es un enfoque para satisfacer las necesidades de la sociedad sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Se basa en la idea de que debemos equilibrar las necesidades económicas, sociales y ambientales para lograr un futuro próspero y seguro. El desarrollo sostenible implica el uso responsable de los recursos naturales, la protección del medio ambiente y la promoción de la igualdad y la justicia social. Para lograr este objetivo, es necesario tomar medidas en todos los niveles, desde el gobierno hasta los individuos, e integrar el desarrollo sostenible en todas las políticas y prácticas. Al hacerlo, podemos garantizar un planeta saludable y habitable para las generaciones futuras.