Una encuesta de HAYS muestra la precariedad de empresas y organizaciones a la hora de minimizar el impacto ambiental. Un 87% de los encuestados considera que el compromiso con la sostenibilidad es importante a la hora de buscar trabajo. Según los expertos de HAYS, la sostenibilidad aún no es una prioridad estratégica para muchas empresas.
Situación actual de la sostenibilidad en las empresas
Una encuesta global realizada por HAYS, el principal especialista mundial en soluciones de recursos humanos y contratación, reveló que el 64% de los profesionales creía que sus empresas deberían hacer más para fomentar la sostenibilidad. Asimismo, el 52% afirmaba que era necesario que su organización aumentara las competencias relacionadas con el medioambiente y la sostenibilidad, siendo apenas un 5% los encuestados que consideraban estar correctamente equipados en este ámbito.
Con los objetivos de la Coalición Net-Zero de alcanzar cero emisiones de carbono para 2050 y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible en el horizonte, la UE está lanzando nuevas iniciativas para alinear sus políticas con los objetivos climáticos acordados por el Consejo y el Parlamento Europeo. Por este motivo, la implantación de competencias ecológicas y una cultura sostenible en las organizaciones es, hoy, más importante que nunca.
Los expertos de HAYS predecían que, a corto plazo, la transición ecológica haría que casi todos los puestos de trabajo requirieran aspectos específicos de sostenibilidad. Esto convertiría las competencias ecológicas en un factor esencial que los líderes debían priorizar al planificar sus estrategias de personal, algo que ya se reflejaba en las expectativas de las generaciones más jóvenes hacia el mundo laboral.
La encuesta de HAYS también reveló que el 87% de los trabajadores valoraba el compromiso ecológico de una empresa al considerar unirse a ella. En esta línea, un informe de Deloitte mostró que el 50% de la Generación Z y el 46% de los Millennials ejercían presión sobre sus empleadores para que tomaran medidas contra el cambio climático, aunque solo el 15% y el 16%, respectivamente, creían tener influencia real.
Mucho camino por recorrer
Todavía hay mucho margen de mejora, tal y como se desprendía en la Guía del Mercado Laboral 2024 de HAYS, según la cual fomentar actividades respetuosas con el medioambiente se hallaba entre los objetivos estratégicos menos comunes de las empresas. En concreto, solamente un 9% ponía el foco en la mejora medioambiental.
Según Beatriz Pons, National Renewable Energies Business Manager de HAYS España, “nuestra encuesta resalta lo que piensan los empleados sobre el compromiso con la sostenibilidad que encuentran en sus lugares de trabajo, y también lo que esperan ver en el futuro. Es fundamental que organizaciones y empresarios estén permanentemente revisando sus esfuerzos de sostenibilidad a la vez que busquen mejoras y escuchen a sus equipos”.
Aptitudes buscadas
La falta de profesionales con habilidades específicas en sostenibilidad estaba contribuyendo a un creciente déficit de cualificaciones en este ámbito. Para abordar este desajuste, las organizaciones debían mejorar la cualificación de su plantilla e identificar a personas capaces de aportar mejoras en sostenibilidad. Perfiles que, sobre la base de estos conocimientos y experiencia, pudieran mejorar sus competencias tanto en beneficio de las organizaciones como de los equipos. Este planteamiento no solo ayudaba a abordar la escasez de competencias sostenibles y ecológicas, sino que también fomentaba una cultura de aprendizaje y desarrollo permanente.
Estas habilidades serían cada vez más necesarias en España, un país que, según un reciente estudio de Eurofound, crearía 100,000 puestos de trabajo relacionados con la sostenibilidad antes de 2030. Con ello, se estaría situando como uno de los países con mayor potencial para la creación de empleos verdes en Europa.
“Es necesario que las empresas acepten las expectativas de sostenibilidad de las nuevas generaciones y reconozcan éstas como una oportunidad. Los perfiles más abiertos al reto y con mayores competencias ecológicas se convertirán en activos muy valiosos para un futuro sostenible. Queda mucho camino por recorrer en todos los niveles de las organizaciones, empezando por los puestos directivos y recorriendo todo el organigrama hasta los puestos más juniors”, concluye Beatriz Pons.
