Este domingo a las 21:30 en laSexta, ‘Salvados’, presentado y dirigido por Gonzo, da voz a mujeres afectadas por el ‘Método Essure’, un dispositivo anticonceptivo implantado en las trompas de falopio de más de 80.000 mujeres en España y un millón en todo el mundo. Durante más de una década, este implante de níquel y titanio se utilizó en España para mujeres que no querían tener más hijos. El dispositivo, colocado en las trompas de falopio, provoca una inflamación que obstruye las trompas de forma permanente.
Un producto que arruinó vidas
Se vendió como una alternativa rápida e indolora a la ligadura de trompas que no necesitaba operación. A la mayoría les funcionó. Pero a muchas otras les destrozó la vida. Además, vieron impotentes como nadie les creía cuando contaban lo que les pasaba.
En 2017 se paralizó la comercialización de esos implantes. Pero centenares de mujeres siguen sufriendo secuelas gravísimas tras usarlos. Esto ocurre en España y en el resto de países del mundo donde se utilizó este producto comercializado por la farmacéutica Bayer.
Nuestro país ha sido pionero en juzgar a las empresas responsables. Hay una historia detrás de cada mujer a la que el Essure le ha roto la vida. Este domingo, ‘Salvados’, producido por Atresmedia TV en colaboración con Producciones del barrio, da voz a las cuatro mujeres que se aliaron para demostrar que todo aquello se pudo evitar. El programa podrá verse en laSexta y también estará disponible en atresplayer y fuera de España en Antena 3Internacional y atresplayer Internacional.
Las voces de las afectadas
Un ‘producto milagroso’ que puede acabar arruinando vidas
Enriqueta Barranco es ginecóloga y se ha dedicado a la anticoncepción y a la planificación familiar durante 40 años. Admite que por desconocimiento de lo que vendría después y de que ese método ayudó a reducir mucho la lista de espera, ella misma lo recomendó a varias pacientes. “Nos engañaron”, sentencia. Asegura que algunos compañeros suyos trataban a las pacientes que se quejaban de dolores relacionados con el muelle implantado como “las locas del Essure”.
Nieves tiene ahora 50 años. Le pusieron el muelle de Essure a los 40 y desde entonces su vida cambió a peor. Sintió muchos dolores desde el primer momento. Nadie le avisó de que se trataba de un implante. Cuando pidió que se los quitaran, pasó por numerosas operaciones que acabaron con la extirpación de su útero. “No me siento mujer”, asegura. Descubrió la ‘Plataforma Essure’, donde las afectadas compartían su experiencia, buscando en Internet. Y se unió. “Había cuatro o cinco mil personas, y cada día más”.
Cristina es una de esas chicas que también se unieron a la plataforma. Su ginecóloga le propuso ponerse el Essure en una consulta rutinaria. Le vendieron el producto tan bien que pensó que tenía que ser “algo maravilloso, el método del siglo”. Pero no le fue bien. Y, además del calvario por los dolores, se quedó embarazada. La operaron hasta siete veces para retirarle los dispositivos, las trompas de falopio y el útero. “Te quitan parte de tu vida. Eres una mujer, pero incompleta”.
Una demanda de David contra Goliath
En la ‘Plataforma Essure’ se pusieron de acuerdo en que había que denunciar a los responsables. Fue cuando Nieves contactó con Noemí Nanut, quien desde entonces se convirtió en su abogada, la de Cristina y la de otras integrantes de la plataforma.
Noemí le cuenta a Gonzo que “ninguna de las afectadas que habló conmigo pidió dinero” porque “no hay dinero que compense” el sufrimiento que han atravesado. El relato común de las afectadas era que se sentían engañadas y solo querían “que les pidan perdón y evitar que otras pasen por lo mismo: que lo quiten del mercado”. Para Noemí, “hubo ánimo de engañar a pacientes y profesionales”. Los folletos que podían encontrar las pacientes en el hospital eran folletos publicitarios de la comercializadora que se hacían pasar por folletos informativos.
El caso de Cristina fue el primero en el que prosperó una demanda relacionada con Essure en España. Demandaron a Bayer y a Comercial Médico Quirúrgica. Era una demanda de David contra Goliath que esperaba una resolución final en el Supremo.