El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, inauguraron un emotivo homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de marzo de 2004. En la emblemática Puerta del Sol, ambos líderes colocaron una corona de laurel en memoria de los fallecidos y de los más de 2.000 heridos que dejaron estos trágicos eventos, así como en reconocimiento a los cuerpos de seguridad y a los servicios de emergencia que respondieron ante la adversidad.
A este acto conmemorativo se unieron también los presidentes de diversas asociaciones, incluyendo a Maite Araluce, de la Asociación Víctimas del Terrorismo; Juan Francisco Benito, de la Fundación Víctimas del Terrorismo; y Montserrat Soler, de la Asociación 11M Afectados del Terrorismo.
Memoria y solidaridad tras el atentado
Durante su intervención, el alcalde Martínez-Almeida enfatizó la importancia del “esfuerzo de solidaridad y cariño” que mostró la ciudad en aquellos momentos tan difíciles, resaltando el papel vital de los servicios de seguridad y emergencias. “Es nuestra obligación que no se debilite nunca el recuerdo de esa brutalidad y que sus víctimas permanezcan siempre en nuestro recuerdo”, afirmó el alcalde, quien insistió en que actos como el de hoy son fundamentales para mantener viva la memoria de quienes sufrieron aquella jornada trágica. “Es la mejor expresión de recuerdo y cariño que siempre vamos a tener hacia las víctimas y sus familiares”, añadió.
Un homenaje solemne
El acto, organizado por la Comunidad de Madrid, comenzó con el sonido de las campanas de las iglesias de la ciudad, que repicaron durante dos minutos. Este gesto simbólico fue acompañado por el Reloj de la Real Casa de Correos. Posteriormente, la Orquesta y Coro de la Comunidad de Madrid interpretaron el conocido “Adagio for Strings” de Samuel Barber, cerrando la ceremonia con el himno nacional de España, un momento que resonó en el corazón de los presentes como un tributo a la resiliencia y memoria colectiva de los ciudadanos.