La mesa de trabajo del proyecto Mutare Mundum se ha reunido para definir las estrategias de su nueva edición, poniendo en relieve la música como un medio esencial para la inclusión social. Este proyecto, impulsado por la Escuela Municipal de Música de Palma, se enfoca en ofrecer apoyo a jóvenes en situaciones de vulnerabilidad, especialmente aquellos que cursan la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y el bachillerato.

El encuentro, llevado a cabo por el área de Educación del Ajuntament de Palma, tuvo lugar en las instalaciones de la Escuela Municipal de Música (EMMP) y reunió a diversos profesionales de instituciones educativas y organizaciones sociales. La doctora Begonya de la Iglesia Mayol, del departamento de Pedagogía Aplicada y Psicología de la Educación de la Universidad de las Islas Baleares, moderó la sesión, que contó con la participación de equipos de orientación de varios Institutos de Educación Secundaria (IES), así como familias y estudiantes.

Objetivos del proyecto Mutare Mundum

El propósito principal de este proyecto es ofrecer espacios de apoyo emocional y social para jóvenes de entre 12 y 18 años que enfrentan situaciones desafiantes. En la reunión, se trabajó en la definición de las líneas de acción para esta nueva edición, buscando crear sinergias que fortalezcan la colaboración entre todas las partes interesadas.

Además, el director general de Educación, José María Noguera, representó al Consistorio, subrayando la importancia de la integración y participación de todos los involucrados en el bienestar juvenil. Este año, el proyecto celebra su tercera edición, centrando sus actividades en el uso de la música pop-rock como herramienta terapéutica, con sesiones dirigidas por estudiantes de la EMMP bajo la supervisión de sus profesores.

La música como herramienta de inclusión social

Durante la jornada, los asistentes destacaron el significativo papel que desempeña la música en la inclusión social de los jóvenes en riesgo. Coincidieron en la necesidad de que las administraciones y entidades generen más espacios de apoyo como el del proyecto Mutare Mundum, lo que resalta el compromiso colectivo por mejorar las condiciones de este grupo vulnerable. Con acciones concertadas, se busca no solo atender sus necesidades inmediatas, sino también fomentar un entorno propicio para su desarrollo integral.