El Consejo de Ministros ha dado luz verde a un nuevo Real Decreto destinado a transformar la oferta alimentaria en los comedores escolares de España. Presentada por el ministro de Derechos Sociales y Consumo, Pablo Bustinduy, la normativa busca garantizar que todos los centros educativos ofrezcan a los estudiantes una alimentación diaria rica en frutas, verduras, pescado y legumbres, al mismo tiempo que se eliminan las bebidas azucaradas y productos ultraprocesados.
Un nuevo estándar para la alimentación escolar
La regulación, que fue aprobada el pasado martes, establece que todos los comedores escolares, sean públicos, concertados o privados, deben proporcionar cinco comidas saludables a la semana, asegurando así que todos los niños, independientemente de la situación económica de sus familias, tengan acceso a una dieta equilibrada. Bustinduy enfatizó que este decreto es fundamental para reducir la desigualdad alimentaria, lo que permitirá a los estudiantes desarrollar hábitos nutricionales integrales desde una edad temprana.
Un dato relevante mencionado por Bustinduy señala que casi la mitad de los niños de entre 6 y 9 años de familias con ingresos anuales por debajo de los 18.000 euros padecen problemas de sobrepeso. Esta situación se relaciona con la falta de acceso a alimentos frescos, lo que refuerza la importancia de los comedores escolares como una herramienta vital para garantizar una alimentación adecuada.
Frutas, verduras y productos locales en el menú
El decreto estipula que es obligatorio que todos los centros proporcionen a los alumnos frutas y verduras frescas a diario, priorizando que al menos el 45% de estos productos sean de temporada. Esta medida no solo busca promover hábitos más saludables entre los estudiantes, sino también apoyar a los agricultores locales en un momento económico complicado. Bustinduy destacó ejemplos exitosos como el proyecto «Ecocomedores» en Canarias, donde ya se implementan estas prácticas.
Además de frutas y verduras, la norma fomenta un aumento en el consumo de pescado y legumbres. Se establecerán raciones semanales recomendadas por entidades sanitarias como la AESAN y la OMS, resaltando que al menos una ración de pescado deberá ser servida cada semana. Actualmente, cerca de 1.200 comedores escolares en el país no ofrecen pescado en sus menús, lo que la nueva regulación busca cambiar.
Entre las medidas más significativas también se encuentra la eliminación de bebidas azucaradas y energéticas en las instalaciones educativas. Las máquinas expendedoras deberán dejar de ofrecer productos que excedan 5 gramos de azúcares por porción y 200 calorías, garantizando que el alumnado tenga opciones más saludables. Especial atención tendrá la reducción de frituras, limitándose a una ración semanal de frituras elaboradas el mismo día que no sean ultraprocesadas.
200 millones de euros para la atención a la pobreza infantil
Además de las reformas en la alimentación escolar, el Consejo de Ministros aprobó un paquete adicional de 200 millones de euros para hacer frente a la pobreza infantil y reforzar las políticas de protección familiar. Este monto se destinará principalmente a familias en riesgo de vulnerabilidad, apoyando iniciativas que garanticen necesidades básicas como alimentación y educación.
El Real Decreto, que desarrolla la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición de 2011, también se alinea con el Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030, resaltando la importancia de una oferta alimentaria saludable y sostenible en los centros educativos. Con esta serie de medidas, se espera mejorar significativamente la salud y el bienestar de los niños y jóvenes en España.