El segundo de los tres amistosos que el Real Oviedo disputará en Cantabria llevó a los azules a Ribamontán al Mar, al Municipal de Baceñuela, donde los de Jon Pérez Bolo midieron sus fuerzas con el Deportivo Alavés, en un encuentro que sirvió para que los de la capital del Principado siguieran sumando minutos de competición y acumulando sensaciones en esta pretemporada.
El técnico bilbaíno optó en esta ocasión por un once inicial formado por Braat; M. Llambrich, Rodri Tarín, Dani Calvo, Alonso Aceves; Luismi, Hugo Rama, Borja Sánchez; Viti, Sangalli y Sergi Enrich.
La primera mitad estuvo marcada por una gran entrada de los azules, que se hicieron con el control del balón y comenzaron a desarrollar el juego asociativo que les viene caracterizando esta pretemporada en campo rival. Llegaba el conjunto de Bolo a tres cuartos, con acciones sobre el área de los visitantes que no lograban materializarse. La primera clara del primer acto llegó cuando el reloj alcanzaba los 20 minutos de juego, una buena combinación entre los hombres de ataque acabó con el disparo de Hugo Rama desde la frontal que se marchó alto. El Deportivo Alavés subió la presión, apretando las primeras líneas azules, y tuvo una gran oportunidad de abrir el marcador tras un saque de falta. Los futbolistas blanquiazules estuvieron rápidos y sorprendieron a los de Bolo, pero Braat, con una gran intervención, evitó el primer tanto del choque. De nuevo sería el portero francés el que salvaría a su equipo de irse abajo en el marcador al descanso.
Movió el banquillo Jon Pérez Bolo para la segunda mitad, dando entrada en el terreno de juego a Jimmy, Obeng, Oier Luengo, Abel Bretones y Marcelo Flores. A los pocos minutos, el delantero ghanés tuvo una internada en el área, pero la defensa blanquiazul desbarató el peligro azul. El choque entró en un tramo de golpes entre ambos equipos, con intensidad y mucho contacto. Javi Mier, Lucas y Jorge Mier fueron las siguientes permutas del técnico azul.
Cuando el partido encaraba el último cuarto de hora, Álex Cardero y Lucas Laso entraron en el terreno de juego por Sangalli y Tarín en unos compases en los que los de Bolo generaron peligro en área rival. En la acción más clara para los azules y tras un córner botado por Javi Mier el balón llegaba al segundo palo, sin marca Jorge Mier remataba de cabeza en una jugada que pudo suponer la victoria para el cuadro carbayón.
Al final, tablas en Ribamontán al Mar, buenas sensaciones en el Real Oviedo y más carga de trabajo en un equipo que funciona como un bloque y que deja contento a un entrenador que solo piensa en llegar en las condiciones óptimas al primer partido de Liga.