El reciente nacimiento de dos crías de tamarino león dorado (Leontopithecus rosalia) en Loro Parque, Tenerife, marca un hito crucial en la lucha por preservar esta especie en peligro de extinción. Este evento, fruto de la colaboración internacional entre zoológicos, no solo aviva las esperanzas de garantizar la supervivencia de la especie en cautiverio, sino que refuerza los esfuerzos globales para su reintroducción en los bosques atlánticos de Brasil.
Contexto de la especie y su estado de conservación
El tamarino león dorado es uno de los primates más emblemáticos del planeta, reconocible por su pelaje dorado brillante y una melena que le da aspecto leonino. Este pequeño primate, de entre 34 y 40 cm de longitud y hasta 700 gramos de peso, habita exclusivamente en los bosques lluviosos del litoral atlántico brasileño, específicamente en el estado de Río de Janeiro. Su hábitat se limita a una franja de selva que, décadas atrás, albergaba poblaciones más amplias, pero que hoy se ve fragmentado por la deforestación y el desarrollo urbano.
Amenazas principales y clasificación de la UICN
La especie enfrenta múltiples amenazas que llevaron a su población a colapsar drásticamente. En la década de 1980, solo quedaban alrededor de 200 individuos en libertad, un número que hoy ronda los 1.700 gracias a programas de conservación. Principales factores de riesgo incluyen:
- Pérdida de hábitat: La expansión agrícola, la explotación maderera y la urbanización han reducido su entorno natural.
- Caza furtiva: Atraídos por su apariencia ornamental, estos primates son capturados ilegalmente para el comercio de mascotas.
- Fragmentación poblacional: Los bosques remanentes son pequeños y aislados, dificultando la supervivencia a largo plazo.
La UICN clasifica actualmente la especie como en peligro (categoría Endangered), si bien en 2003 fue retirada de la lista de «en peligro crítico» gracias a los avances en su protección. Sin embargo, su estatus sigue siendo precario, especialmente en estado silvestre.
Loro Parque y su compromiso con la conservación del tamarino león dorado
Loro Parque, reconocido internacionalmente por sus iniciativas de conservación, comenzó a albergar tamarinos león dorado en 2014 y 2015. Dos parejas —un macho del zoológico de Heidelberg y una hembra del de Copenhague— llegaron al parque como parte de un esfuerzo coordinado entre instituciones europeas. Estos ejemplares, propiedad del Gobierno brasileño según la UICN, forman parte del programa de reproducción en cautiverio que busca mantener una población genéticamente diversa.
El éxito de Loro Parque en la cría de esta especie se atribuye a su enfoque en replicar las condiciones naturales de los tamarinos. Los grupos sociales, que suelen constar de 4 a 14 individuos en la naturaleza, se mantienen en entornos que promueven su comportamiento natural, como la crianza compartida entre los miembros del grupo. Además, el zoológico cuenta con instalaciones diseñadas para minimizar el estrés y maximizar el bienestar de los animales, factores clave en la reproducción exitosa.
El 17 de marzo de 2024, Loro Parque registró el nacimiento de dos crías sanas en su instalación. Las pequeñas, nacidas de la pareja de origen europeo, muestran un desarrollo normal, aferrándose al pelaje de su madre durante las primeras semanas de vida —un comportamiento típico de la especie—. Este evento no solo representa un logro biológico, sino también un triunfo en la gestión de programas de conservación ex situ (en cautiverio).
El nacimiento de estas crías fortalece la red de seguridad de la especie en cautiverio, donde se mantienen unos 559 individuos en 59 zoos europeos. La diversidad genética es vital para evitar la endogamia, especialmente en especies con poblaciones reducidas. Loro Parque, al participar en programas coordinados por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), contribuye a la gestión de estas poblaciones bajo criterios científicos.
Estos esfuerzos no solo aseguran la supervivencia de la especie en cautiverio, sino que también son fundamentales para futuros proyectos de reintroducción en Brasil. Los programas de cría en libertad, como los coordinados por la Asociación Mico León Dorado (AMLD), han demostrado que la reintroducción es viable, como lo evidencia el aumento de la población silvestre de 200 en los años 80 a más de 1.700 individuos actuales.
Colaboración internacional y programas de conservación
Loro Parque forma parte de la EAZA, una red que coordina programas de reproducción para especies amenazadas, como el Programa Europeo de Especies Amenazadas (EEP). Este sistema garantiza que las poblaciones en cautiverio mantengan una diversidad genética adecuada mediante el intercambio de ejemplares entre instituciones. Por ejemplo, el traslado del gorila Kiburi de Loro Parque al zoológico de Londres en 2022 para procrear con una hembra allí, resultó en una nueva cría que refuerza la población de gorilas de llanura occidental, otra especie en peligro crítico.
La experiencia de Loro Parque en la reproducción de especies críticas no es aislada. El parque ha participado en iniciativas para gorilas, leones marinos y delfines, demostrando su capacidad para gestionar programas complejos. Este enfoque multidisciplinario, que combina investigación, educación y acción conservacionista, sirve de modelo para otras instituciones.
Los programas de cría en cautiverio no solo buscan mantener una reserva genética, sino también preparar individuos para su reintroducción. En Brasil, la Reserva Biológica de Poço das Antas, fundada en 1974, ha sido clave para proteger a los tamarinos en libertad. Sin embargo, la reintroducción enfrenta obstáculos, como la fragmentación del hábitat y la competencia por recursos con otras especies.