Desde la fallida unión de los barrios de la zona de Latina en Madrid, el Ayuntamiento de Madrid ha dado un paso significativo con el inicio de las obras para la primera fase del Paseo Verde del Suroeste. Este ambicioso proyecto, que representa una inversión de 408 millones de euros, busca transformar la autovía A-5 en un gran espacio verde que no solo mejorará la movilidad, sino que también reducirá la contaminación ambiental.
Los trabajos comenzaron oficialmente el 11 de octubre de este año, con la cobertura de un tramo de 3,2 kilómetros en la A-5, que abarca desde la avenida de Portugal hasta la avenida del Padre Piquer. En esta zona, un equipo compuesto por ocho piloteras, ocho grúas y alrededor de 20 excavadoras trabaja diariamente en la construcción del túnel que permitirá integrar estos barrios, ya que se han instalado hasta ahora 1,650 pilotes, lo que representa un 30% del total necesario.
Detalles de la obra y próximas fases
En una reciente visita al lugar de las obras, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, junto al delegado de Urbanismo, Borja Carabante, y el concejal del distrito, Alberto González, aseguró que el progreso de la obra va conforme a lo previsto y sin mayores inconvenientes. Una vez finalizada esta primera fase, el Ayuntamiento planea dar inicio a una segunda que estará vinculada al desarrollo de la Operación Campamento. Esta fase incluirá la ampliación del túnel, incrementando su longitud hasta la entrada de la Dehesa del Príncipe, en respuesta a los reclamos de los residentes de Cuatro Vientos.
Almeida destacó que esta obra no solo cambiará la fisonomía de la A-5, sino que mejorará notablemente la movilidad al convertir la actual autovía en un gran bulevar verde y peatonal. El Paseo de Extremadura será transformado en un eje verde que conectará diversos barrios, desde Lucero y Aluche hasta Las Águilas, facilitando el acceso a espacios naturales como Casa de Campo.
Beneficios para la comunidad y el medio ambiente
El proyecto busca también disminuir el tráfico en superficie y con ello, las emisiones de gases contaminantes. La cubrición de la A-5 permitirá ampliar el área peatonal y facilitará la construcción de un carril bici bidireccional que se conectará con el ya existente en la avenida de Portugal, promoviendo un uso más frecuente de este medio de transporte.
Además, se mejorarán las condiciones de movilidad a pie, con la creación de conexiones peatonales que pasarán de 16 a 33, y aceras más amplias. Los planes incluyen un análisis minucioso del impacto de las obras, con un enfoque en minimizar cualquier inconveniente que pueda surgir a diario. Hasta ahora, la A-5 no ha sido cerrada, sino que se ha optado por reducir el número de carriles mientras se implementa un plan de movilidad coordinado con las administraciones pertinentes.
La técnica de construcción elegida para el nuevo túnel es la de «cortar y cubrir», lo que ha permitido progresar con la desaparición de partes de la autovía y la clausura de varios pasos peatonales en la zona. Se espera que el nuevo túnel, que contará con tres carriles por sentido, tenga un diseño flexible capaz de ajustarse a las necesidades del tráfico en distintos momentos del día.
Con la ejecución de este proyecto, Madrid se encamina hacia la creación de unas 80,000 metros cuadrados de zonas verdes en la superficie del nuevo túnel, que incluirán más de 7,200 árboles, mejorando no solo el entorno visual, sino también la calidad del aire en esta parte de la ciudad.