Esta cantidad representa el 71 % del total a repartir en el programa 2023, ya que el otro 29 % se entregó en el mes de abril.
Los alimentos adquiridos son de carácter básico, poco perecederos, de fácil transporte y almacenamiento. De esta manera, la cesta incluye arroz, garbanzos cocidos, alubias cocidas, atún en conserva, conservas de sardina, carne en conserva (magro), pasta (espaguetis y fideos), tomate frito, galletas, macedonia de verduras, fruta en conserva, cacao soluble y tarritos infantiles de fruta y pollo.
Estos productos se entregan en todas las provincias españolas a través de los bancos de alimentos y los centros provinciales de Cruz Roja, quienes los distribuirán entre unas 5.200 organizaciones asociadas de reparto. Los beneficiarios finales de la ayuda son aproximadamente 1,3 millones de personas que podrán preparar fácilmente una comida completa para una persona o familia, incluyendo bebés.
La adquisición de los alimentos ha sido realizada por el FEGA a través de un proceso de licitación pública por valor de 88.571.420 millones de euros (IVA no incluido). El programa está financiado en su totalidad este año por el fondo de recuperación y resiliencia REACT-UE, del cual se ha hecho uso para aumentar el apoyo al Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD), con el fin de abordar la situación de aquellos que se han visto afectados social y económicamente por la crisis de la COVID-19.
El año 2023 será el último en el que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación participe en la implementación de los planes del programa de ayuda alimentaria a las personas más desfavorecidas de la Unión Europea, en el que ha participado de forma ininterrumpida desde 1987.
A partir de 2024, los ministerios competentes para articular este modelo de ayuda en España serán el Ministerio de Trabajo y Economía Social y el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.