El Real Alcázar de Sevilla ha culminado la restauración del merendero circular ubicado en el Jardín del Marqués de la Vega Inclán, frente a la Puerta de Marchena, en una actuación que ha combinado la rehabilitación en sí de la estructura de la pérgola y la conservación de su centenaria parra. “En este trabajo han tenido tanta importancia los restauradores como los jardineros del monumento, cuyo buen hacer ha permitido mantener la parra que da sombra a este característico espacio”, ha explicado Sonia Gaya, delegada de Presidencia y Hacienda del Ayuntamiento de Sevilla.
Gaya ha supervisado el final de las obras junto con el alcaide del Real Alcázar, Román Fernández-Baca, y la directora conservadora del recinto palaciego, Isabel Rodríguez, quienes han ensalzado la labor de la plantilla de jardineros. La vegetación que adorna este merendero está constituida por una parra centenaria además de diversos rosales trepadores que van contorneando el espacio.
Previamente a las obras de restauración de la estructura de la pérgola del merendero, sobre la que se ramifica esa parra, se procedió a una serie de trabajos a fin de perpetuar la planta. Se respetó la estructura lignificada que conforma un entramado en la entrada del merendero y se podaron sólo las ramas vegetativas anuales al objeto de facilitar los trabajos de restauración. De esta forma, se conservan las ramas principales y antiguas que, de otra forma, hubieran tardado más de dos décadas en formarse de nuevo.
En cuanto a los rosales, se podaron únicamente sus ramas vegetativas anuales, se desamarraron las que eran más antiguas, se apartaron de las estructuras de la pérgola y las columnas al objeto de facilitar los trabajos de restauración y posteriormente, una vez finalizados, se han fijado y entutorado de nuevo.
Este merendero circular fue realizado en la época de construcción de denominado Jardín del Marqués de la Vega Inclán o Jardín del Retiro y diseñado por José Gómez Millán entre 1913 y 1917, siendo conservador del Real Alcázar el marqués de la Vega Inclán. Fue construida una pérgola sobre una antigua noria que en tiempos regó las huertas musulmanas para habilitar un merendero circular conformado por pérgola con columnas graníticas y bancos metálicos que abren el camino central del jardín.
Esta restauración se ha cometido este año en el marco de seis actuaciones singulares dentro del nuevo programa de conservación preventiva del real Alcázar que ha contado con un presupuesto de 280.000 euros. Con él se ha intervenido también en las columnas exentas de los jardines, la Galería del Grutesco, el Paseo de Ronda, las monteras de vidrio y, por último, el pavimento del Palacio Mudéjar.
Gabinete de Prensa
Ayuntamiento de Sevilla
The Real Alcazar of Seville, an architectural symbol of the city of Andalusia, has just concluded a long restoration process of its centenarian meadow of vine and its singular vegetation, a true work of art.
The project, led by landscaping professionals from the Monumentation Department, has taken two years and included the conservation of the meadow’s original vegetation as well as a partial replacement of the centenary vine, reinforcing existing vegetation in order to provide greater stability and vigor to the whole.
This restoration process, whose mission was not just to preserve the area but also to reinforce and enhance its attractive elements, has favored the experience of the gardeners and technicians of the Monument and has opened the door to the creation of a space of quality and distinction.
The result of this intervention has been the conservation of the mosaic of species that accents the meadow, resulting in a space of high scenic and cultural value that is, at the same time, more resistant to environmental circumstances.
The President of the Foundation of the Seville Real Alcazar, Orfálides Marchena, highlighted, «The interest that this project has generated, for professionals and for the public, is remarkable. The exceptional varieties of plants in the meadow, now restored, represent a unique universe. A universe that everyone can now appreciate.»
An important work, the conservation of this singular meadow is proof that the experiences of the gardeners of the Seville Real Alcazar are an essential part of the preservation of its beauty and its heritage.