La misión Proba-3 de la ESA, que creará un eclipse solar artificial, está a punto de partir hacia su estación de lanzamiento. Las dos naves espaciales involucradas en esta misión, que maniobrarán con gran precisión en la órbita terrestre, se trasladarán al Centro Espacial Satish Dhawan, cerca de Chennai, para comenzar la campaña de lanzamiento.
Detalles de la misión
Esta ambiciosa misión de la ESA ha estado en desarrollo durante muchos años, ya que tiene como objetivo realizar algo en el espacio que anteriormente se consideraba imposible, según explica el responsable de la misión, Damien Galano.
Una vez en órbita, los dos satélites de Proba-3 permitirán observar de forma prolongada la tenue atmósfera circundante del Sol, conocida como la corona, la cual solo era visible durante breves momentos en los eclipses solares terrestres. Para lograrlo, la sombra que se proyecta entre ambos satélites debe permanecer en una posición exacta, lo que significa que deben volar de manera autónoma en formación con una precisión de tan solo un milímetro, aproximadamente el grosor de una uña.
Preparativos para el lanzamiento
El responsable de la misión destaca: «La ESA y nuestros socios industriales y académicos han trabajado arduamente para llegar a este punto en que el satélite está listo para el vuelo». Aunque resulta un poco triste despedirse de estos satélites únicos, hay una gran emoción por avanzar hacia la fase final antes del lanzamiento. Proba-3 estaba programada para enviarse a la India, con una nueva fecha de lanzamiento prevista.
Es la primera vez desde que se lanzó Proba-1 que una misión de la ESA se lanza desde la India. Inicialmente, la compañía de transporte aéreo no aceptó las naves espaciales debido a que ya llevaban instaladas las baterías, lo que ocasionó un retraso que se resolvió retirando las baterías para enviarlas en una caja separada.
Detalles del lanzador y la órbita
Las dos naves Proba-3 serán lanzadas juntas por el lanzador PSLV-XL de la Organización India de Investigación Espacial (ISRO), que posee la potencia necesaria a un coste razonable para colocar la pareja combinada de 550 kg en su órbita elíptica, que ascenderá hasta 60,000 km de distancia de la Tierra antes de situarse a tan solo 600 km.
Esta órbita alta es necesaria ya que la pareja realizará su vuelo en formación precisa durante las seis horas previstas en torno a su altitud máxima, donde la atracción gravitatoria de la Tierra es menor, lo que también reduce la cantidad de propelente necesario para ajustar sus posiciones.
Colaboraciones y equipos involucrados
Una agrupación industrial de catorce Estados miembros de la ESA, incluido Canadá, contribuyó a la misión, dirigida por SENER España junto con Airbus Defence and Space, que aportó las plataformas de los satélites, y Redwire Space en Bélgica, encargado de la aviónica de la misión, así como de las pruebas previas al lanzamiento y las operaciones posteriores al mismo.
GMV en España, centrada en el vuelo de formación, y Spacebel en Bélgica, como proveedor de software, completan el equipo industrial principal.
Instrumentos de observación
El Real Observatorio de Bélgica supervisará el instrumento principal ASPIRICS (Asociación de Naves Espaciales para la Investigación Polarimétrica y con Imágenes de la Corona Solar) de observación de la corona de Proba-3, alojado en la nave espacial Coronagraph. La otra nave espacial de la misión, la Occulter, equipada con un disco de 1,4 m, se encargará de bloquear el Sol para la nave espacial Coronagraph durante el vuelo en formación precisa. Además, lleva su propio instrumento, el radiómetro absoluto digital (DARA), para medir la emisión total de energía del Sol con fines de estudios climáticos, desarrollado en Suiza.
Medición de la meteorología espacial
Un tercer instrumento, dirigido por la Universidad Católica de Lovaina, en Bélgica, el espectrómetro de electrones energéticos 3D, mide las energías predominantes de los electrones en los cinturones de radiación que rodean la Tierra, proporcionando datos valiosos para la modelización de la meteorología espacial. El control de la misión Proba-3 se realiza desde el Centro Europeo de Seguridad Espacial y Educación (ESEC) de la ESA, en Redu, donde se lleva a cabo una extensa campaña de simulación y preparación previa al lanzamiento.