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En 2023, fallecieron 1.806 personas y 9.265 resultaron heridas graves en siniestros de tráfico, tanto en vías interurbanas como urbanas. Esta información fue proporcionada por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, durante el Pleno del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial que presidió recientemente en Madrid.

Un órgano de consulta y participación

El Pleno del Consejo Superior de Tráfico y Seguridad Vial es un órgano que tiene como objetivos impulsar y mejorar el tráfico, la seguridad vial y la movilidad sostenible, así como promover el acuerdo entre las distintas administraciones públicas y entidades que desarrollan actividades en estos ámbitos. Durante la reunión, el ministro del Interior estuvo acompañado por la subsecretaria del departamento y el director general de Tráfico, Pere Navarro, entre otras autoridades del ministerio.

Datos sobre la siniestralidad vial

El balance consolidado de siniestralidad vial del año incluye los datos de fallecidos en un siniestro vial o durante los 30 días posteriores. La cifra de 1.806 víctimas mortales significó un incremento del 3 por ciento en comparación con 2022, mientras que el número de heridos graves aumentó un 9 por ciento, en un contexto de mayor número de desplazamientos de largo recorrido, que creció un 2 por ciento respecto al año anterior.

En comparación con otros países europeos, estos datos colocan a España como el noveno país con menor tasa de personas fallecidas por millón de habitantes, con 38 fallecidos por millón.

Durante su intervención, Grande-Marlaska reconoció que los datos no son satisfactorios y subrayó que 455 motoristas fallecieron, 42 más que en 2022. «Son muchos, son demasiados; los siniestros de tráfico son evitables, también los de los motoristas. Por eso seguimos trabajando en medidas que nos ayuden a frenar esta sangría de siniestros con sus dramáticas consecuencias,» declaró.

Siniestralidad en 2023

Tras la intervención del ministro, el director del Observatorio de Seguridad Vial de la Dirección General de Tráfico, Álvaro Gómez, explicó las características más importantes de la siniestralidad del pasado año. En primer lugar, el 71 por ciento del total de las personas fallecidas (1.288) lo hizo en siniestros que ocurrieron en vías interurbanas, lo que supone un incremento del 1 por ciento en comparación con 2022. En vías urbanas, se registraron 518 fallecidos, lo que representa un aumento de 45 personas respecto al año anterior.

Los fallecidos vulnerables representaron el 52 por ciento del total. En las vías urbanas, este porcentaje alcanzó el 80 por ciento: 8 de cada 10 fallecidos en las ciudades eran considerados vulnerables.

Según el tipo de siniestro, el 36 por ciento de los fallecidos perdieron la vida en salidas de la vía, un porcentaje similar al de 2022, mientras que las muertes por atropellos a peatones aumentaron un 3 por ciento, representando el 18 por ciento del total.

Respecto a las causas de los siniestros, la conducción distraída sigue siendo el principal factor concurrente, con un 30 por ciento del total, seguido del alcohol (26) y la velocidad (21 por ciento).

El mayor número de fallecidos se ubicó en el grupo de edad entre 35 y 64 años, con 862 muertes, 31 más que en 2022. El incremento fue notable en el rango de edad de 45 a 50 años, con un 10 por ciento más de fallecidos. En contraste, los fallecidos mayores de 65 años disminuyeron un 1 por ciento, y los hombres continuaron siendo las víctimas mortales más numerosos, representando el 78 por ciento del total, un 5 por ciento más que en 2022.

En 2023, se registró una disminución en el porcentaje de personas fallecidas que no usaban accesorios de seguridad en el momento del siniestro, aunque aún representaron el 18 por ciento del total, es decir, 217 personas, 174 de las cuales en vía interurbana y 43 en vías urbanas.

Actuaciones pendientes

El director general de Tráfico presentó el informe de actividades relevantes en materia de seguridad vial desde la última reunión del Pleno del Consejo, destacando las medidas adoptadas para la seguridad de motoristas.

Por último, los asistentes al Pleno del Consejo fueron informados sobre el Plan de actuación 2024-2025, que incluye iniciativas en las que la DGT trabaja actualmente y otras que están pendientes de desarrollo, como la modificación de los cursos para obtener el permiso de clase A; el curso obligatorio para la conducción de motocicleta con permiso B con 3 años de antigüedad; y la regulación de los cursos de conducción segura y eficiente para conductores de motocicletas y turismos.

La DGT también trabaja en la modificación del Reglamento General de Circulación para mejorar la protección de los colectivos vulnerables; la transposición y aplicación de la nueva Directiva Europea sobre gestión de la seguridad de las infraestructuras viarias; el establecimiento de «carriles de emergencia»; el desarrollo de un marco regulatorio para vehículos autónomos, y la mejora de la información a las víctimas del tráfico, entre otras iniciativas importantes.

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1.806 personas fallecieron en 2023 por siniestros de tráfico, según La Moncloa