Desde finales de febrero, la Policía Local de Mogán ha intensificado sus esfuerzos en la lucha contra el tráfico y consumo de drogas, levantando cerca de un centenar de actas en este corto periodo. Este compromiso se ha visto potenciado por la reciente incorporación de Ares, un perro de la unidad canina, cuyo olfato excepcional le permite detectar hasta seis tipos diferentes de sustancia psicotrópica, contribuyendo de manera significativa a la vigilancia en áreas públicas.
La Unidad Canina no solo se centra en la detección, sino que también implementa programas de sensibilización en centros educativos, abordando temas de seguridad vial y el impacto del consumo de drogas. Esta dimensión educativa es clave para concienciar a los jóvenes sobre los peligros asociados a estas sustancias.
Resultados de la Unidad Canina
Ares, el pastor belga malinois que acompaña al agente David Suárez, ha demostrado ser un valioso aliado en las intervenciones contra el menudeo de drogas. Su capacidad para localizar estupefacientes en lugares inusuales, como falsos techos o alcantarillas, ha incrementado el número de actas mensuales desde su llegada. «El perro, una vez que sale a la calle, da resultados», afirma Marcos Domínguez, jefe accidental de la Policía Local.
En el último año, antes de la integración de Ares, los agentes levantaron más de 400 actas relacionadas con el tráfico de drogas y llevaron a cabo 21 detenciones. Sin embargo, con el apoyo del perro, estas cifras han aumentado. “Nuestra meta es erradicar la venta de drogas en espacios públicos y garantizar la seguridad de los transeúntes», añade Domínguez.
Detección efectiva de sustancias
El procedimiento de detección de Ares es eficaz. Mientras patrullan, Suárez permite que Ares explore el área, fijándose en el olor de las sustancias. Si huele drogas en un falso techo, se sienta y mira hacia arriba. En caso de que estén enterradas, se tumba y señala el lugar. Este método permite que los agentes verifiquen rápidamente la presencia de estupefacientes.
Ares, de dos años y nueve meses, también es capaz de detectar residuos de drogas en individuos que no las posean en ese momento, lo que añade una capa adicional de eficacia a las operaciones. Esta habilidad es vital para abordar el problema del tráfico de drogas en espacios públicos, donde la presencia de este tipo de sustancias puede afectar la seguridad y el bienestar de la comunidad.