El Ministerio de Sanidad ha lanzado un nuevo sistema de avisos para informar a la ciudadanía cuando la temperatura mínima prevista sea inferior a la temperatura umbral de impacto en la salud, alcanzando niveles de riesgo bajo, medio y alto.
Umbrales de temperatura y niveles de riesgo
Los umbrales de temperaturas que afectan la salud se determinan mediante el análisis de la relación entre series temporales de mortalidad y temperatura a nivel provincial. Sanidad ha establecido cuatro niveles de riesgo: 0/ausencia de riesgo (gris), 1/bajo riesgo (azul claro), 2/riesgo medio (azul medio) y 3/alto riesgo (azul oscuro). Aquellos que se suscriban recibirán el aviso a través de correo y/o SMS, y el Ministerio también informará en sus redes sociales.
Objetivo del plan nacional
Estas medidas forman parte del Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas, que tiene como objetivo reducir el impacto sobre la salud relacionado con las bajas temperaturas y es parte del Plan Estratégico de Salud y Medioambiente (PESMA), desarrollado por el Ministerio de Sanidad y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Impacto del frío en la salud
El frío puede provocar una descompensación orgánica que agrava enfermedades crónicas en la población vulnerable. Su impacto en la salud puede ser incluso mayor que el del calor, aunque solo en los casos más extremos las bajas temperaturas pueden causar efectos como la hipotermia o la congelación.
Asimismo, durante el invierno ocurren más accidentes de tráfico y caídas debido a placas de hielo, así como incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono, especialmente por el uso de estufas de gas o braseros.
Recomendaciones generales
El Plan Nacional de Actuaciones Preventivas por Bajas Temperaturas incluye nueve recomendaciones generales para prevenir los efectos del frío sobre la salud:
- Respirar por la nariz en el exterior, ya que el aire se calienta al pasar por las fosas nasales y disminuye el frío que llega a los pulmones.
- Extremar la precaución al transitar por calles con hielo, ya que un alto porcentaje de lesiones relacionadas con el frío se debe a caídas. Se recomienda utilizar calzado antideslizante.
- Prestar atención especial a las personas en situación de vulnerabilidad y, si es necesario, contactar con un profesional sanitario.
- Usar varias capas de ropa fina, ya que proporcionan mejor protección que una sola gruesa al crear cámaras de aire aislantes.
- Ventilar la casa con frecuencia al usar braseros o chimeneas para evitar la acumulación de CO2, recomendándose hacerlo al menos dos veces al día durante 15 minutos.
- No tomar medicamentos sin receta médica, ya que algunos pueden agravar problemas derivados de la exposición al frío.
- Seguir una alimentación equilibrada, consumiendo diariamente fruta, bebiendo líquidos, especialmente agua, y disfrutando de bebidas calientes.
- Mantenerse informado sobre las previsiones meteorológicas antes de salir de casa.
- Se aconseja la vacunación contra la gripe para personas mayores de 65 años y quienes padecen enfermedades crónicas (cardiopulmonares, metabólicas o están inmunodeprimidos).
