El Matadero Madrid, un centro de creación contemporánea del Área de Cultura, Turismo y Deporte, inaugura hoy la exposición Periferia de la noche, que estará abierta al público hasta el 7 de abril de 2024 en la Nave 16. Esta muestra, organizada por Matadero Madrid y basada en la idea original del Institut d’art contemporain Villeurbanne/Rhône-Alpes (IAC), y adaptada posteriormente por Fabra i Coats: Centre d’Art Contemporani de Barcelona, es obra del artista y cineasta tailandés Apichatpong Weerasethakul. A través de 13 piezas audiovisuales de su propia creación, Weerasethakul crea una atmósfera única en la que sumergirse y viajar al universo de donde nacen todas sus películas.
Con esta exposición, Matadero Madrid destaca la faceta más artística de este creador, cuya carrera se ha enfocado principalmente en el medio cinematográfico. Las 13 piezas que forman parte de Periferia de la noche llevan la imaginación de Weerasethakul más allá de las salas de cine, conformando una expresión conceptual en una instalación donde la proyección se contamina y se deja contaminar por el espacio y el público.
Apichatpong Weerasethakul propone una experiencia alternativa a través del audiovisual con Periferia de la noche. Esta exposición presenta al visitante una o varias pantallas que buscan fusionarse con el entorno, con propiedades elásticas que también parecen aplicarse al tiempo, dilatándolo en tomas largas y movimientos lentos, acompañados de un sonido envolvente.
Para lograrlo, la exposición parte de una concepción expandida del cine, que se despliega a través de este artista, para quien la imagen en movimiento es una extensión del alma, una interfaz que filtra los diferentes procesos, visibles e invisibles, que animan nuestras vidas. Cada una de las piezas de la muestra presenta un proyecto inmersivo en el que animales y humanos, fantasmas y bosques, seres vivos y muertos cohabitan y se entrelazan dentro de la oscuridad de estas filmaciones, como si la experiencia de la noche pudiera transformarnos y reactivar nuestro diálogo con la vida.
Entre el cine primitivo y la posmodernidad, fusionando creencias animistas ancestrales con los descubrimientos neurocientíficos más recientes, sus obras muestran que el tiempo no es lineal y la imagen no es una superficie plana. Es una visión del mundo actual, presentado como algo no estático ni uniforme, donde ya no existe un flujo continuo entre el pasado y el presente, sino una red de relaciones que interactúan y se mueven. Para Weerasethakul, el audiovisual es la forma más orgánica de enseñar esta realidad cambiante en la que coexisten diferentes temporalidades y formas de vida, tanto humanas como no humanas, y fuerzas visibles o invisibles que su cámara convoca y relaciona.
La exposición se divide en seis ámbitos. Comienza con una entrada que representa la memoria del país del autor, donde los sueños de un grupo de adolescentes tiñen la experiencia, sintetizando el universo cinematográfico del autor. A continuación, la exposición muestra la intimidad creativa del cineasta, entre la poética artística de Sakda (Rousseau) y la colorida figura de Power Boy, revelando también el laboratorio documental de sus Diarios de Video, pequeñas pinceladas de sus intereses y los restos de sus rodajes.
La muestra continúa explorando el poder iniciático de la noche, viéndola como una pantalla que es al mismo tiempo transparente y un reflejo, a través de las obras Fireworks (Archives) y Fiction. Y, continuando con la exploración nocturna, el autor invita a jugar con el fuego en escenarios cambiantes, agudizando nuestra percepción en Blue o incendiando directamente la pantalla en Phantoms of Nabua.
Hacia el final del recorrido, la propuesta invita a olvidarse de la cámara (la productora del artista se llama Kick the Machine) para descubrir que la proyección se dirige hacia los espectadores de la muestra, como nuevos espíritus errantes: al igual que los perros de The Palace que merodean en el espacio expositivo, entramos a habitar sus películas.
Y como cierre, la llegada del sueño se representa en piezas como Teem, protagonizada por un antiguo amigo íntimo, o Durmiente, con Tilda Swinton descansando en el centro de la pantalla. En estas piezas, Weerasethakul recopila imágenes grabadas por amigos y familiares en cámaras enviadas por él para que registren sus despertares, yendo más allá de la autoría.
Además de la exposición, Cineteca Madrid presenta una retrospectiva del trabajo cinematográfico de Apichatpong Weerasethakul en octubre. Esta muestra incluye algunos de los títulos más destacados de su filmografía, como El tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas y Memoria, protagonizada por Tilda Swinton. También se proyectarán una amplia selección de sus cortometrajes y algunas de las películas favoritas del propio Weerasethakul, seleccionadas por él mismo para brindar nuevas perspectivas sobre su obra y ofrecer pistas sobre sus referencias e influencias cinematográficas.
Apichatpong Weerasethakul se ha convertido en uno de los artistas fundamentales del cine en el siglo XXI. Desde su debut en el año 2000, ha creado una obra única y sorprendente que siempre cuestiona y amplía los límites de nuestra idea del cine. Sus películas se mueven con agilidad entre el realismo y la fantasía, entre la cotidianidad y el cine experimental.
Weerasethakul nació en 1970 en Bangkok y creció en Khon Kaen, Tailandia. En 1999, fundó la productora Kick the Machine con el objetivo de promover el cine experimental e independiente y dos años antes había cofundado el Festival de Cine Experimental de Bangkok. Su trabajo ha sido ampliamente reconocido en festivales y exposiciones internacionales, y ha ganado varios premios, incluida la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes en 2010. Actualmente reside y trabaja en Chiang Mai, Tailandia.