El número de ataques y cabezas de ganado muertas por daños de lobo en Castilla y León en 2023 continúa aumentando, alcanzando un total de 3,558 ataques, lo que representa un aumento del 16% con respecto a 2022 (3,058) y del 33% en comparación con 2021 (2,669). Por otro lado, el número de cabezas de ganado muertas por ataques de lobo llega a 5,566 en 2023, con un incremento del 9% respecto al año anterior (5,118) y del 30% en relación con 2021 (4,288), cuando el lobo se incluyó en el LESPRE.
La Junta de Castilla y León y las Organizaciones Profesionales Agrarias se reunieron esta semana para analizar los datos de ataques y muertes de ganado por daños de lobo en 2023, que alcanzan una cifra récord en la región con más de 5,500 cabezas de ganado muertas por ataques de lobo, un 9% más que en 2022 y un 30% más que en 2021. En 2021, la inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) impidió su caza y control poblacional por daños a la ganadería en toda la comunidad autónoma y España.
El 52% de las cabezas de ganado muertas son vacunos (2,889 reses), principalmente en Ávila y Segovia, seguido por ganado ovino con un 40% de las muertes (2,205 reses) en Zamora, Burgos y Segovia. Los equinos representan el 5% de las bajas, distribuidos en la cordillera cantábrica, y los caprinos el 3% del total. La mayoría de las provincias de Castilla y León han experimentado un aumento continuo de daños en comparación con 2021.
El importe de las indemnizaciones por daños de lobo en 2023 asciende a 3.45 millones de euros, con 2.47 millones correspondientes a pagos compensatorios y 0.98 por responsabilidad patrimonial. La nueva normativa de pagos compensatorios aprobada en 2023 ha permitido compensar los daños retroactivamente desde la inclusión del lobo en el LESPRE en 2021.
Ante estos datos, la Junta de Castilla y León y las Organizaciones Profesionales Agrarias instan a la ministra Teresa Ribera a derogar la orden que protege al lobo, solicitando flexibilidad en su gestión para garantizar la conservación de la especie en un estado favorable. La posición europea respalda esta petición, destacando la preocupación por los daños del lobo en diversos sectores.