Durante los años 2024 y 2025 se llevará a cabo un importante proyecto de restauración y mejora del hábitat del urogallo cantábrico en la cordillera Cantábrica, con una inversión cercana a los 2 millones de euros financiada a través de los fondos Next-Generation EU.
La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha aprobado esta inversión con el objetivo de incrementar la diversidad estructural y específica de las masas arboladas donde habita el urogallo, así como mejorar la transitabilidad de las mismas y la disponibilidad de alimentos. Estas acciones buscan también reducir el riesgo de pérdida de hábitat a causa de los incendios forestales, haciendo que las masas sean más resilientes a sus efectos.
El urogallo cantábrico es una especie en peligro crítico de extinción, por lo que estas actuaciones son prioritarias para su recuperación. Debido al abandono de las prácticas tradicionales en los montes, se ha producido una densificación del bosque que afecta directamente al hábitat del urogallo. Por ello, se realizarán trabajos de desbroce, podas y eliminación de restos en una superficie de 833 hectáreas en los términos municipales de Murias de Paredes, Cabrillanes, Palacios del Sil y Villablino.
Además de estas medidas, la Junta de Castilla y León está llevando a cabo un plan de monitorización de las poblaciones de urogallo, así como acciones para reducir el impacto de los depredadores sobre la especie. También se están realizando trabajos de mejora de hábitats, señalización de cierres ganaderos y retirada de cerramientos en desuso.
Por otro lado, la Junta ha reforzado el programa nacional de cría en cautividad del urogallo con la construcción del centro de cría de Valsemana, donde se han obtenido importantes logros en la reproducción de la especie. Estas acciones buscan contribuir a la conservación y recuperación del urogallo cantábrico, una especie emblemática en grave peligro de extinción.