El Ayuntamiento comienza en el barrio de Lomo Apolinario la segunda fase de la implantación del quinto contenedor
El Servicio Municipal de Limpieza avanzó en la ampliación del contenedor de color marrón, el cual se instalaría de manera progresiva en diferentes barrios de la ciudad. Más de 900 familias ya se habían inscrito para utilizar este nuevo servicio, lo que había permitido retirar 425 toneladas de residuos orgánicos durante el primer año de operación.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, dirigido por el concejal Héctor Alemán, dio inicio en Lomo Apolinario a la segunda fase de la implantación del quinto contenedor para residuos orgánicos en los barrios urbanos.
Implantación del servicio
Alemán visitó un stand informativo que estuvo instalado en la plaza del barrio del Distrito Centro, donde se informaría a los vecinos sobre el adecuado uso del contenedor marrón. El concejal expresó: “Seguimos implantando este servicio de forma progresiva en la ciudad. Ya el año anterior se había instalado en una decena de barrios y este año se continuaría en Lomo Apolinario, donde los vecinos ya podían hacer uso del contenedor marrón”.
El concejal también agradeció la participación ciudadana, afirmando que “gracias a su colaboración, durante el último año se había logrado convertir 425 toneladas de residuos orgánicos en compost para el uso posterior por parte de los agricultores locales”.
Campaña informativa
El quinto contenedor inició su implantación en diciembre de 2023 e incluyó la participación de Escuelas Infantiles Municipales. A partir de abril del año anterior, se comenzó el proceso de instalación en los barrios como Los Tarahales, Ciudad Jardín y otros. La programación para este año contemplaba la ampliación del servicio en febrero en San Francisco y posteriormente en otros barrios.
El Servicio Municipal de Limpieza, al implantar este servicio, desarrolló una campaña informativa mediante una oficina móvil y el reparto de dípticos. Este servicio requería un registro previo para obtener una llave que permitiera el acceso a los depósitos donde se debían introducir las bolsas de residuos orgánicos. Más de 900 familias en los cinco distritos ya habían completado este proceso.
A las 100 primeras familias que se registraban en la oficina de cada barrio se les entregaba de forma gratuita un cubo de 15 litros y 20 bolsas biodegradables para fomentar así el uso de este nuevo contenedor.
El contenedor marrón estaba destinado a recibir sobras de formatos diversos, incluyendo restos de cocina y otros residuos específicos como ramas pequeñas, corchos y virutas de madera. Los biorresiduos eran trasladados al Ecoparque, donde se trataban para convertirlos en compost, beneficiando así la economía circular de la Isla.