Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre las declaraciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien aseguró que el nuevo modelo de financiación para Cataluña no es un concierto económico, a pesar de que así se refirió a esta propuesta que hizo Esquerra hace unos meses.
Un acto de gratitud hacia el presidente
Iniciemos el día con un acto de gratitud. Agradezcámosle al presidente del gobierno que se abstuviera de repetir eso de que ‘España va como un cohete’, porque tras admitir que tenemos niveles de pobreza, desigualdad, paro juvenil y coste de la vivienda inaceptables, habría sido extraño que insistiera en el eslogan que se inventó en La Moncloa, el cual deja pequeña la autoestima de Aznar y la Champions League de Zapatero.
Agradecimientos a la vicepresidenta y el Consejo del Poder Judicial
Agradezcámosle a la vicepresidenta Montero que se abstuviera de decir que el trato preferencial a Cataluña se justifica porque en Soria hay ayudas para contratar gente; hacer el ridículo no conviene hacer tres veces seguidas en la misma semana. Y el PSOE, con Cuenca y Soria, ya llevaba dos.
Por otro lado, agradezcamos a los vocales del Consejo del Poder Judicial que hayan elegido a una presidenta del Supremo justo a tiempo para que estuviera presente en la apertura del año judicial, esta hermosa tradición anual que reúne al gobierno que ha trabajado para deshacer el trabajo de los jueces del Supremo sobre el procés y a los jueces del Supremo que han luchado para interrumpir los planes del gobierno respecto a la amnistía y mantener a Puigdemont en busca y captura.
El gobierno celebra la elección de una mujer en el Supremo
El gobierno celebró que el Consejo, por fin, eligiera a una mujer presidenta. ¡Ya era hora!, y aplaudió con fervor a Sánchez por haber vuelto a poner a un hombre al frente del Banco de España.
Sánchez y su oposición a Mariano Rajoy
De las dos homilías que oficiaron el presidente y su vicepresidenta, ganó la señora Montero por interés. Sánchez celebró que los españoles le tuvieran al frente del gobierno y planteó para ese nuevo curso los mismos objetivos que repetía cada año.
El cambio de modelo de financiación autonómica
Quizá el pasaje en el que estuvo menos convincente fue el de la financiación autonómica. Para haber exigido agallas a los demás, estuvo reservado al abordar este asunto. Empezar diciendo ‘me comprometo’ no es una buena señal, ya que cabe la posibilidad de cambiar de opinión al día siguiente.
La unidad de medida son los recursos que recibieron las regiones en los años que gobernó Rajoy. Que reciban más recursos no tiene mucho mérito, considerando que el PIB es medio billón de euros más alto que en aquellos tiempos. Hay más actividad económica, más población trabajando y más recaudación fiscal.
Un reconocimiento a las declaraciones de María Jesús Montero
A María Jesús Montero, intentando ser justos, hay que reconocerle que, a diferencia de su jefe, sí mencionó que Cataluña tiene más competencias transferidas que otras regiones. Dijo también que el sistema no le parece insolidario porque contempla que Cataluña contribuiría a la solidaridad.
La ministra hizo bien en leer el documento, ya que en él hay dos cosas que no concreta, y dos que sí. No se aclara quién y cómo se calculará a cuánto asciende esa solidaridad.
La disonancia en las palabras de la ministra
La ministra insistió en que llamar al modelo que se pactó “concierto” es “intoxicar”. Aún así, sería interesante que ella, la vicepresidenta, explicara en qué se diferencia el sistema que pidió Esquerra del que se ha garantizado a Esquerra. Sorprendentemente, quien primero lo denominó concierto fue María Jesús Montero cuando Esquerra lo reclamó.
Este episodio recuerda a Carmen Calvo defendiendo que cuando hablaba de una amnistía, en realidad se refería a un indulto general. Esta situación ilustra la empatía nominalística.