Hace más de cuatro semanas, terremotos devastadores arrasaron gran parte del sur de Turquía y el noroeste de Siria, matando al menos a 50,000 personas. A medida que el horror diario de los cuerpos extraídos de los escombros se desvanece y gran parte de la atención del mundo se traslada a otros temas, ¿qué pasa con los millones que quedaron atrás?
La peor crisis de ayuda se encuentra en el noroeste de Siria, que está bajo el control de fuerzas rebeldes y yihadistas en la guerra civil. El mes pasado, el jefe de ayuda humanitaria de la ONU, Martin Griffiths, admitió que la organización «hasta ahora había fracasado con la gente en el noroeste de Siria». ¿Cuál es la situación allí ahora? Mike Thomson informa para Newsnight.