El entrenador principal del equipo ganador de la Copa Mundial de Mujeres de España, Jorge Vilda, ha sido despedido, mientras continúa el escándalo del beso de Luis Rubiales.

La victoria de España fue opacada por el beso del presidente de su federación de fútbol, Rubiales, a la delantera Jenni Hermoso después de la final, a lo que ella afirmó que no fue consensuado. La negativa de Rubiales a dimitir llevó a la renuncia de la mayoría del cuerpo técnico de Vilda y a que 81 jugadoras se negaran a jugar.

Vilda fue visto aplaudiendo a Rubiales en la asamblea general extraordinaria de la federación española a principios de agosto, cuando Rubiales insistió repetidamente en que no dimitiría y dijo que le ofrecería a Vilda un nuevo contrato. Sin embargo, desde entonces Vilda ha criticado su comportamiento.

El año pasado, Vilda sobrevivió a una «revuelta» de jugadoras cuando 15 de ellas enviaron correos electrónicos idénticos diciendo que no jugarían para él a menos que se abordaran preocupaciones «significativas» sobre su «estado emocional» y «salud».

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