Un tribunal en Irán ha condenado a muerte al disidente germanoiraní Jamshid Sharmahd por el cargo de «corrupción en la Tierra».

Sharmahd, de 67 años, quien vivía en EE. UU., se cree que fue secuestrado por agentes iraníes en Dubái en 2020 y luego llevado a Irán por la fuerza a través de Omán.

Irán lo acusó de ser el líder de un grupo terrorista pro-monárquico.

Él negó la acusación y un grupo de derechos humanos dijo que enfrentó un juicio excesivamente injusto basado en «confesiones» forzadas.

La ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, condenó la sentencia como «absolutamente inaceptable».

Esto ocurre poco más de un mes después de que Irán ejecutara al ciudadano británico-iraní Alireza Akbari.

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