Aunque la orina en público es un problema en la mayoría de las grandes ciudades, en París, hacer pipí en público se ha vuelto tan común que los lugareños le han dado su propio nombre: «les pipis sauvages» o «orina salvaje».

En los últimos años, la ciudad ha lanzado una serie de iniciativas para abordar el problema, incluyendo la instalación de macetas rojas equipadas con urinarios y un proyecto efímero que intentaba convertir la orina de los hombres en fertilizante.

Pero, ¿por qué París es tan propensa a la orina en público?