Las protestas en China esta semana contra las restricciones por el Covid y la regla autoritaria del país recordaron a la violenta represión vista en Hong Kong hace dos años. Desde entonces, el Reino Unido ha dado refugio a más de 140,000 personas del territorio británico anterior. Muchos de ellos solicitaron visas a través de una empresa privada con sede local que realiza trabajos en nombre de la Oficina de Interior. Sin embargo, Newsnight y BBC Eye han descubierto preocupaciones sobre quiénes tienen acceso a la información de aquellos que solicitan visas. Aunque el gobierno británico insiste en que las decisiones finales sobre visas son tomadas por funcionarios británicos investigados, la externalización del trabajo administrativo podría dejar los datos vulnerables al espionaje chino.
Un portavoz de la Oficina de Interior dijo a Newsnight que la información capturada por socios chinos locales «está encriptada y se transmite de manera segura a UKVI, y se elimina automáticamente de los sistemas de los socios comerciales». Añadió que «las empresas chinas de gestión de instalaciones no tienen acceso a los datos almacenados de la solicitud de visa… y no tienen influencia en la integridad del proceso de solicitud de visa ni participación en la toma de decisiones de visa».
Richard Watson tiene esta historia exclusiva, que contiene algunas imágenes de flash.
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